Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

La parte contratante de la primera parte (por Fernando Savater)

Publicada el enero 4, 2012 por admin6567
Compartir

FERNANDO SAVATER  (Publicado en El País, aquí)

Nos asegura Nietzsche que la civilización se funda en la capacidad de prometer. Pero si hubiese tenido ocasión de escuchar los diversos modos en que prometieron acatamiento a la Constitución los electos en los pasados comicios generales de nuestro país, quizá le hubieran entrado algunas dudas sobre su rotundo principio. Hubo un recital de imaginativas restricciones y coletillas de variados acentos, desde el ya conocido "por imperativo legal" hasta "a pesar de mis convicciones republicanas" y cosas así. Por lo visto abundan los parlamentarios y senadores que consideran esa ocasión solemne pero ritual como algo semejante al momento de recibir el Oscar, en el que los galardonados tienen que expresar en pocas palabras sus convicciones pacifistas, su militancia ecológica o al menos su inmenso agradecimiento a la madre recientemente fallecida.

La noticia en otros webs

  • webs en español
  • en otros idiomas

Nunca he comprendido del todo el argumento para aceptar el remiendo "por imperativo legal"

Admito que nunca he comprendido del todo la argumentación del Tribunal Constitucional para aceptar el remiendo "por imperativo legal" a la promesa del cargo. Primero, porque es una vaciedad: todos los que se someten a ese ritual lo hacen obviamente para cumplir un requisito legal y no movidos por una irrefrenable afición a jurar o prometer cosas. Pero es que además, según el dictamen del TC, esa reserva no altera el contenido afirmativo del pronunciamiento y en cambio es concorde con el pluralismo ideológico constitucionalmente reconocido, entendiendo la ley de leyes de modo integrador y no excluyente. Vamos a ver: si la Constitución consagra el pluralismo, ¿por qué nadie tiene que aceptarla expresando algún tipo de reservas? A los únicos que excluye la Constitución, claro, es a quienes la rechazan: a los que pretenden modificarla los integra sin remilgos, porque incluye mecanismos constitucionales para ello. Si el añadido de marras en nada modifica la respuesta afirmativa, ¿a qué viene? ¿No es algo así como cruzar los dedos con la mano en la espalda mientras aseguramos al jefe que estábamos con gripe y no en el puticlub?

El TC considera, por lo demás, que el juramento o la promesa son supervivencias de épocas en que ciertas fórmulas verbales creaban deberes jurídicos y compromisos sobrenaturales. Estos últimos, desde luego, para nada interesan a un Estado laico y por tanto la Biblia y el crucifijo son arcaísmos difíciles de justificar (¿qué parafernalias religiosas deberíamos ir preparando para cuando tengamos ministros musulmanes o budistas?). Pero en cambio permanecen vigentes abundantes deberes jurídicos que brotan de manifestaciones orales o escritas, a veces la simple firma al pie de un documento (la máxima condensación del formulismo verbal). Son expresiones performativas, o sea que no solo "dicen" sino que "operan" ciertos efectos legales. Por medio de ellas contraemos matrimonio, asumimos contratos, hacemos compras y ventas, etc…: es decir, son fundamento de obligaciones propias que asumimos o ajenas que nos consideramos facultados para exigir.

¿Habrá que suprimirlas todas como residuos del pasado y abolir la promesa, aunque le duela a Nietzsche? Porque no parece decente que los mismos que cumplen escrupulosamente las formalidades cuando compran un piso y exigen que el árbitro determine la posición de los equipos en el campo lanzando una moneda al aire y no según el vuelo de las aves solo se opongan a los convencionalismos a la hora solemne de representar a los ciudadanos. Como siempre nuestros bravucones y matamoros guardan sus desplantes para quienes menos se quejan y mejor les recompensan: las instituciones de España. ¿No será mejor generalizar el uso de apostillas aclaratorias según prefiera la parte contratante o contratada? Podría ser una solución y hasta permitiría expansiones poéticas: "aunque la tierra es del viento, pagaré este arrendamiento", "vendré todas las mañanas, aunque nunca tenga ganas"… Y la más decisiva y frágil: "Sé que todo es pasajero, pero juro que te quiero".

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal