LAS CARTAS BOCA ARRIBA (Publicado en El Mundo, aquí)
Señor presidente…
«¿Pero de verdad no se te cae la cara de vergüenza cuando te miras en el espejo de la Generalidad y contemplas el ridículo espantoso que has hecho?» Con esta pregunta abría mi carta boca arriba del pasado domingo. Desde el respeto a tu persona, pues hasta ahora te he distinguido con mi mayor consideración, me sumaba yo al clamor popular y político que exige tu dimisión. Eres, en efecto, un cadáver político, pero permaneces de cuerpo presente, expuesto en el sarcófago de tu despacho presidencial, entorpeciendo las posibles soluciones que la salud de los catalanes exige.
Y no solo eso. Con el cerrilismo propio del sostenella y no enmendalla gestionas frenéticamente la penúltima vileza: un acuerdo con ERC que te garantice el poder y el desafío a las instituciones. CiU, coalición centrista y moderada, se puede ver inmersa por tu vanidad personal en la alianza con un partido de extrema izquierda, cuyo programa político es radicalmente opuesto al de la formación que encabezas
Conviene recordar, señor presidente, que en 1995 la suma de votos de CIU y ERC se elevó al 51%; en 2012 se ha reducido al 44,3%. ¿En dónde, en dónde está esa mayoría excepcional por lo que clamabas en tu campaña electoral? ¿Por qué persistes en el error, comprometiendo la estabilidad de Cataluña y el equilibrio de España? ¿Para salvar tu rostro de una bofetada histórica subrayada por toda la Prensa nacional e internacional?
No tienes, señor presidente, otra salida éticamente decente que la dimisión. Resulta patética la forma cómo te aferras a la poltrona presidencial. Me parece probable, eso sí, que llegues a la incongruencia de un acuerdo con ERC, enrareciendo el panorama político de Cataluña y del resto de España. Solo el buen sentido de DuranLleida y el de otros dirigentes de CiU podrían frenar tu carrera veloz hacia ninguna parte.
Puedes estar seguro, señor presidente, que los políticos más serios de España, los periodistas más independientes y moderados, los intelectuales más prestigiosos y responsables, piensan con rara unanimidad que debes abandonar cuanto antes la silla curul de la Generalidad. Que es, por cierto, lo que no estás dispuesto a hacer, caiga quien caiga, y lesiones los intereses que lesiones, incluso los de tu partido, los de tu entorno y por supuesto los de Cataluña y los de España.
Las prensas y los periodicos no sont objetivos al respeto lo que pasa en el pais.
Ellos deben dar las noticias como sont, sin dar el opinion.