¡Dios mío, líbrame de mis amigos! De los enemigos ya me encargo yo" (Voltaire)
El gran purista de la lengua castellana, Baltasar de Gracián, escritor español del Siglo de Oro, perteneciente a la corriente "conceptista", especialmente conocido por su obra El Satiricón; en su Oráculo manual nos dejó a la posteridad el siguiente pensamiento: "De los amigos maleados salen los peores enemigos".
Y, si he de serles franco creo que, hoy en día, podríamos decir que, esta breve frase del gran literato, ha adquirido plena actualidad si es que queremos juzgar la conducta de la líder del PP catalán, la señora Alicia Sánchez Camacho, en este affair que ha adquirido tanta notoriedad y que tantas suspicacias ha levantado en el nacionalismo catalán; cuando el señor ministro de Cultura, el señor José Ignacio Wert. Ha dado a conocer su nueva ley educativa. Debo reconocer que, mi opinión acerca de esta señora, dista de ser la que correspondería a un simpatizante del PP y estoy convencido de que fue un gran error del PP catalán, elegirla para el puesto de responsabilidad que viene ocupando.
Uno de las más grande equivocaciones cometidas por el señor Aznar, para conseguir el apoyo del señor Jordi Pujol, fue la defenestración de la presidencia del PP catalán del mejor presidente que esta formación ha tenido en toda su historia, el señor Alejo Vidal Cuadras; alguien que entendió desde el primer momento que los españoles, entiéndase, los catalanes que nos consideramos españoles antes que nada, nunca podrían entenderse con aquellos que pretenden separarse de España, impedir u obstaculizar que usemos o estudiemos en castellano con plena libertad y que se nos pretenda reclamar otros beneficios o prebendas distintos a los del resto de autonomías españolas. Por desgracia, la señora Camacho es una de aquellas personas que se las da de gran negociadora, que tanto le da mostrarse favorable a la inmersión en el catalán, como proclamarse gran defensora del Estatut catalán o hacerse abandera del famoso Pacto Fiscal, que tantas veces ha reclamado Catalunya.
Alguien a quien le puede su verborrea, que mejor se encontraría en una tertulia de beatas que intentando promocionarse o convertirse en presunta mediadora para conseguir acuerdos con CIU; aunque para ello, el PP, deba dejarse jirones de sus propios e inalterables principios que, naturalmente, están centrados en la defensa de la unidad del Estado español, la defensa a ultranza de la prioridad del idioma castellano sobre el resto de lenguas locales, como indica la Constitución y en el respeto por la Carta Magna, los símbolos nacionales, especialmente la bandera, y la moral y ética que siempre han constituido los pilares de la cultura cristiana del pueblo español. Esta señora, la Camacho, una vez más, sobrepasándose en sus funciones, ha vuelto a meter la pata hasta el corvejón, mostrando públicamente sus disgusto ante la reforma de la Ley de Educación que ha puesto sobre el tapete el señor Wert , la discutida LOMCE, ( que no es más que un remozamiento de aquella ley, la LOCE, que se aprobó durante el segundo mandato del señor Aznar, aunque no tuvo tiempo de ser aplicada); una ley en la que se recogen todos los principios defendidos por el PP y que es fruto de las sucesivas sentencias, incumplidas por los nacionalistas, tanto del TS como del TC.
Las municiones que su actitud de persona despechada y de fémina irritada por el hecho de que el señor Wert, que seguramente ya sabía que no aceptaría sus propuestas, no la consultara previamente a la hora de dar a conocer la ley; ha proporcionado al señor Mas y a todo su equipo, en lo que, sin duda, ha sido la traición más grande que se le pueda hacer a una persona que se está partiendo el pecho (para hacer algo que no han sido capaces de hacer sus antecesores en el cargo y que viene reclamando la mayoría de los que votamos al PP); los argumentos que precisaba para atacar el señor Wert.
Porque, señores, si esta señora no sabe estar en su puesto, no respeta a las mayorías del PP y se cree que ella va a fundar un partido nuevo, catalanizado, en el que se pida que se respeten los incumplimientos de la Constitución en materia lingüística; se recorten las facultades de los padres que quieren que sus hijos sean educados y cursen sus estudios en español; que se insulte a España o se incumplan las sentencias de sus tribunales por quienes debieran ser los primeros en respetarlas; lo mejor que puede hacer es cambiarse la camisa y entrar en ERC o en la propia CIU; pero que nos deje a los simpatizantes del PP, en Cataluña, en manos de aquellos a los que no les duelen prendas declararse españoles y seguidores de la Constitución española. El señor Rajoy y todo el Gobierno, tienen ahora la obligación ineludible de apoyar sin fisuras al señor ministro de Cultura, sin dejar el más mínimo resquicio para que, la batalla que el Ejecutivo sostiene con los separatistas catalanes acabe, una vez más, en una derrota del primero. No sería buena idea que, ante tantos incumplimientos de las promesas que se nos hicieron a los que votamos al PP, ahora se añadiese una nueva claudicación ante este independentismo eufórico y amenazante que, el señor Mas, empujado por ERC está pretendiendo imponer.
No debemos olvidar que, como espada de Damocles, sigue la amenaza, tantas veces reivindicada por los separatistas catalanes, consistente en la convocatoria de una consulta popular (incluso si se declara ilegal por el Gobierno o los tribunales) en la que se sometería a los catalanes, una vez más, el tema de la separación de Catalunya del Estado español. Queremos recordar las ocasiones en las que, en esta autonomía, se han llevado a cabo actos inconstitucionales por determinados grupos que, impunemente y ante las mismas autoridades locales, han llevada a cabo salvajadas, quemas de banderas españolas y de retratos de los reyes, acompañadas de gritos independentistas y frases de odio contra Madrid y los españoles. Siempre las quejas de la señora Camacho se han formulado con sordina y evitando incomodar a los verdaderos instigadores de tales maldades, los partidos nacionalistas catalanes. Así les van las cosas al PP catalán, trufado de miembros que comparten las mismas ideas que la señora Camacho, lo que le ha llevado a, además de estar menospreciado por CIU, ERC e ICyV; haber conseguido que muchos simpatizantes nos hayamos despegado de ellos, ante la evidencia de que aquí no se defiende como quisiéramos a España y sí, por el contrario, se intenta llevar una política de acercamiento a CIU, aunque ello comporte tener que transigir con una inmersión a todas luces de carácter político y antiespañola.
Desde este artículo reclamamos del PP nacional que nos devuelvan al señor Alejo Vidal Cuadras, la única persona que por encima de ambiciones personales, ha sido capaz de decir verdades como puños y defender a capa y espada el derecho de los españoles catalanes a conservar el castellano, rotular en la lengua que nos plazca y disponer de las mismas libertades de las que gozan el resto de autonomías, no nacionalistas, del país. El señor Wert ha tenido la hombría de intentar cumplir con lo que le han pedido los ciudadanos a través de sus votos, algo que, según se ve, no parece que otros ministros y dirigentes del partido estén dispuestos a llevar a cabo. O así es, señores, como valoro yo la actitud ambigua, complaciente y, evidentemente, equivocada de la señora Camacho y sus compañeros de equipo. Mal vamos si, los palos en las ruedas, los ponen los mismos miembros del partido.
Miguel Massanet Bosch