El profesor de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, Josep Miró, participó el pasado 18 de marzo en el ciclo de conferencias del Foro Ángel Herrera, con la conferencia titulada 'La familia al rescate de la economía', en la que esbozó la decisiva importancia de la institución familiar en el progreso económico y, por tanto, social, en la medida que supone "la única institución que puede generar capital humano por sí misma".
En la conferencia, organizada por el centro de Sevilla de la ACdP y que se celebró en la sede de la Fundación Valentín de Madariaga, el profesor Miró llamó la atención ante el peligro que suponen para España las preocupantes cifras demográficas. Entre otros factores, subrayó la importancia del entorno familiar en el desarrollo escolar de los hijos, "por delante incluso de la escuela". En esta línea, el ponente valoraba muy positivamente la existencia de familias donde se constata una preocupación por las futuras generaciones: "ellas son un factor de progreso social", añadió.
Esta orientación se ubica en la dirección trazada diez años antes por el profesor Carlos Besteiro de la Universidad de Oviedo, por medio de su trabajo La ridícula política familiar española. Estima ahí que el mercado de trabajo español y el de la Unión Europea está experimentando un
importante desequilibrio, de origen demográfico, en el que la población activa
cada vez es más vieja; y en los próximos años estos desequilibrios aumentarán
con las reducidas tasas de natalidad, en las que España destaca por su bajo
índice. Por esto, analizar y comparar las políticas públicas de apoyo a la familia en la
Unión Europea, le parece oportuno, para comprobar si España en este sentido
está siguiendo una estrategia de apoyo a la familia que facilite la mejora de los
desequilibrios que en el mercado de trabajo produce la evolución
demográfica reinante.
Partiendo de la definición clásica de política familiar hecha por Zimmerman, el profesor Besteiro enfatiza que es la política social que promueve el bienestar de las familias, la que «incorpora el bienestar familiar como un criterio, es decir, que introduce consideraciones familiares y una perspectiva familiar en la arena política, tanto en el establecimiento de objetivos políticos como en la medición de resultados». Como justificación e instrumentos de la política de familia se emplaza ésta en el artículo 39 de la Constitución española («Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia»), donde se halla el reconocimiento de nuestra Carta Magna a la relevancia social de la familia y compromiso público de protección de esta. Esta prerrogativa de la familia como elemento fundamental de nuestra sociedad parece indiscutible, asumiendo tareas de asistencia social: en el cuidado de ancianos, asistencia a enfermos crónicos, drogadictos, discapacitados, cuidado de niños, colchón que amortigua los efectos del desempleo, así como un amplio papel de ocupaciones sociales puestas a la luz con la última crisis económica abierta en 2008.
El aludido estudio de Besteiro subraya que "la actual política familiar española es una política anticuada, que no tiene en cuenta la nueva realidad a la que se enfrenta la familia con el aumento de familias monoparentales, el aumento del número de divorcios, la dificultad que encuentran las madres para trabajar, la incidencia de la pobreza infantil, el fracaso escolar". Tampoco tiene en cuenta la evolución demográfica, con un paulatino y constante envejecimiento de la población española, que provocará que a mediados del siglo XXI, casi la mitad de la población española será mayor de 65 años. Una configuración que le lleva a concluir: 1. La actual política familiar española es una política antifamilar. 2. Urge modernizar la política familiar española adaptándola a la nueva realidad de la familia. 3. Una política familiar eficaz no es de derechas, ni de izquierdas; es de políticos inteligentes. 4. La política familiar que utiliza las desgravaciones fiscales no beneficia a las familias más pobres, que son las que más la necesitan. 5. La política familiar es costosa, pero es una inversión con elevado rendimiento futuro. 6. Si España quiere ser competitiva debe invertir en la capacidad de nuestros jóvenes y en la posibilidad de compaginar empleo femenino y maternidad.
Llegados a 2013, España suspende en ayudas a la familia. Así lo demuestran las recomendaciones de la UE sobre política familiar, que no se llevan a la práctica en España.
Coincidiendo con el Día Internacional de la Familia, el Instituto de Política Familiar (IPF) presenta el informe "Documentos de la UE sobre la familia. Selección de textos". Se ve aquí que la conciliación de la vida familiar y laboral no es una prioridad política real en España, que pierde población y sigue sin invertir en políticas de ayuda a la natalidad. Más objetivamente, España dedica menos del 0,1% de su PIB en prestaciones directas por hijos. Esta censura la constata Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), quien señala que "a pesar de que la Unión Europea ha instado a los distintos Estados miembros a que desarrollen políticas de cara a lograr un apoyo a la maternidad, la demografía, la perspectiva de familia, etc., las distintas administraciones españolas han ignorado estas directrices, provocando que España no solo suspenda estrepitosamente sino que, además, sea el país que menos ayuda".
El interés creciente de la UE por la familia como pilar fundamental para salir de la actual crisis económica y superar muchos otros problemas sociales no se ha visto correspondido por España. "Europa se ha dado cuenta del valor de la familia y ha elaborado una serie de recomendaciones que nuestro país ningunea sistemáticamente. La política familiar debe crear las condiciones para que los padres y las madres puedan pasar más tiempo con sus hijos, pero en España se hace caso omiso y no se desarrolla ni una política integral de familia ni se aplica la perspectiva de familia", señala Hertfelder.
La conciliación de la vida laboral y familiar es un punto esencial en el que la UE deja claro que se debe apostar para revertir la problemática de la baja natalidad. Las encuestas demuestran que las parejas querrían tener más niños, pero sin verdaderas ayudas a la maternidad y sin políticas de conciliación que permitan a los padres estar más tiempo con sus hijos y a las madres no ser discriminadas en el trabajo, será difícil avanzar. Y aquí España suspende de nuevo, la baja por maternidad (16 semanas) está por debajo de las 18 recomendadas por la OIT mientras que la de paternidad es de tan solo dos semanas, al tiempo que muchas mujeres siguen siendo discriminadas en sus empresas por el mero hecho de ejercer su derecho a ser madres.
Frente a esta rémora el Consejo de Gobierno ha aprobado el pasado jueves 16 el Plan de Ayuda a la Familia 2013-2016 de la Junta de Castilla-La Mancha, en el que invertirá en los próximos cuatro años cerca de 250 millones de euros, 63 de ellos en este mismo ejercicio. Con él pretende, entre otras cosas, fomentar la natalidad precisamente. Así lo anunció el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, en rueda de prensa, para dar cuenta de los acuerdos tomados por el Consejo de Gobierno, donde señala que como novedades el Plan recoge la creación de marcas como la distinción para municipios que ayuden a las familias, para empresas que las tengan en consideración o acuerdos con medios de comunicación para el reconocimiento de esta figura. Afirma que se elaborarán además guías para sesiones informativas, se pondrán en marcha talleres formativos y se elaborará un espacio digital especial con recursos 'on-line' para las familias. También contempla la creación de una aplicación para smartphones que las familias podrán descargar para informarse de todas las medidas que recoge el Plan. Un conjunto programático trazado con una perspectiva de transversalidad en la acción ejecutiva del Ejecutivo de la señora Cospedal, y que intentará crear espacios de coordinación por parte de todas las carteras del Gobierno regional y del resto de instituciones.
Va a toparse esa acción política con una realidad sociológica de Castilla-La Mancha en la que hay 621.000 familias, con una media de 3,7 miembros por cada unidad familiar. Desde la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales también se informó que el 24 por ciento de las familias "viven solas", 380.380 son familias numerosas, y 125.000 son familias monoparantales, éstas últimas con un 18,8 por ciento, con circunstancias especiales.
En este contexto, el consejero de Sanidad del Gobierno autonómico puso en valor la prevención, la incorporación de la discapacidad, y la atención a los casos de vulnerabilidad de los menores. Y asimismo el Gobierno regional recordó algunos aspectos que influyen en la cotidianeidad de las familias, como la incorporación de la mujer a la vida laboral, una mayor esperanza de vida, o la tardía emancipación de los jóvenes,
y promover la creación de nuevas familias en el ámbito rural.
Dentro de las actuaciones de este Plan de la Familia, también se contempla el Premio a la Empresa Familiarmente Comprometida, un reconocimiento al tratamiento de la familia por los medios de comunicación o un galardón para el Municipio más Familiar de Castilla-La Mancha.
El Plan Estratégico de la Familia castellano-manchego contiene siete ejes de actuación. En primer lugar, tiene por objetivo fortalecer la imagen y la protección de la familia como institución básica de la sociedad castellano-manchega y como sujeto de derechos y libertades. En segundo término, el Plan recoge la cooperación institucional y la participación social. Para ello, se crea el Consejo asesor de la familia, con el que el Gobierno regional contará para elaborar todas sus políticas de familia de aquí en adelante. El tercer eje del Plan se centra en la prevención para evitar o minimizar las situaciones de riesgo como el maltrato, el fracaso escolar o el consumo de drogas. La cuarta línea se basa en la atención a familias con algún miembro en situación de dependencia o discapacidad. En quinto lugar, el Plan abordará la vulnerabilidad social para evitar el asilamiento social de familias que están atravesando situaciones difíciles, como consecuencia de la crisis. El penúltimo y sexto eje contempla el cuidado de los menores y, por último, la formación y la investigación para ir analizando todas las acciones que se vayan poniendo en marcha, corregir los defectos y ahondar en los beneficios.
Ese conjunto de cimientos han de poner en marcha un espacio digital, y una aplicación on line, para lo que ha contado con una participación de los agentes sociales, asociaciones del ámbito de la familia como la Asociación de Familias Numerosas, la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), y en la labor de investigación a la UCLM y la Universidad Autónoma de Madrid.
Bueno, como dibujo y pautas de acción el Plan no está mal. Ahora queda por ver que los populares no se queden en sus enunciados conservadores característicos, olvidando las orientaciones marcadas en el VII Congreso Mundial de Familias que se ha desarrollado en Sydney (Australia) entre los días 15 y 18 de este mes de mayo. De ahí puede obtener el Plan numerosas enseñanzas, emplazadas en amplios principios rectores progresistas –siempre en la línea de UPyD-, como demuestran las mesas redondas, las ponencias, los coloquios y seminarios del Congreso Mundial, donde se ajustan al tiempo presente cuestiones como "Familias fuertes construyen sociedades fuertes", ""Familia y Educación: fundamentos de una sociedad civilizada", o "Prácticas que afectan al matrimonio y a la familia"… Temas como las políticas de control de la natalidad, las encaminadas a destruir la naturaleza del matrimonio como unión estable entre un hombre y una mujer, la llamada "revolución sexual" y sus consecuencias de invierno demográfico, los daños que infringe la ideología de género, o el impacto de la secularización y el laicismo sobre la pérdida de los valores familiares, los ataques al derecho a la vida (eutanasia, aborto, falta de apoyo a la maternidad, anticoncepción, suicidio…), la adopción, la educación sexual y los derechos de los padres frente a la ideologización en la escuela, la industria del sexo (pornografía, prostitución, explotación infantil..), o la herencia y la tradición en la trasmisión de cultura, los nuevos retos que abre la sociedad de las nuevas tecnologías en el seno de la familia.
Juan Andrés Buedo