Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

Cadenas humanas y souvenirs, cuestiones “trascendentales” en Catalunya (por Miguel Massanet Bosch)

Publicada el agosto 28, 2013 por admin6567
Compartir

 

"La depresión es la incapacidad de crear un futuro" Doctor Jonathan Banks

 

Uno, en su incapacidad para poder comprender determinadas actitudes extremistas adoptadas por los ciudadanos de estas autonomías que, por su cuenta, han decidido que lo mejor para ellas y para sus habitantes, incluso para aquellos que no comparten sus veleidades nacionalistas, es romper lazos con España. Entendámonos: se trata de romper, unilateralmente, con todos los vínculos culturales, económicos, sociales y de vecindad con el resto de la nación, como si fuera factible que, así como se corta un pedazo de queso con un cuchillo afilado, de la noche a la mañana, sin que ello produzca un trauma de dimensiones incalculables en el contrato Catalunya y el resto de España; como si se pudieran desgajar, de un plumazo, las relaciones de siglos de unidad dentro de la nación española; sus relaciones económicas; los idiomas compartidos por sus ciudadanos; sus relaciones fraternales, tanto entre oriundos como entre venidos de otras regiones de España, afincados en Cataluña que han venido compartiendo lazos de amistad y vínculos familiares. Sin dejar de tener en cuenta las relaciones económicas con otras regiones, empresas afincadas en todo el territorio nacional y demás conexiones de todo tipo que, sin duda, llevarían anejas, en la práctica, multitud de situaciones conflictivas de difícil solución.

En cierto modo, es algo parecido a lo sucedido en España, durante su Guerra Civil, cuando, al inicio de la contienda, quedó dividida en dos partes enfrentadas bien definidas: la dominada por los nacionales, del general Franco y la que quedó bajo el gobierno de la República. El hecho de que se produjera una división física del territorio no fue óbice para que, en cada una de las partes, se produjeran situaciones de gran dramatismo, cuando miembros de una misma familia quedaron, por cuestiones aleatorias, separados los unos de los otros y sin posibilidad alguna de comunicarse ni de regresar a sus lugares de origen. En otros casos y dentro de una misma familia, se dieron conflictos personales cuando algún miembro mantenía ideas políticas distintas al resto de sus familiares. No fueron raros los casos en los que hermanos, padres e hijos estuvieran enfrentados en las trincheras, luchando los unos contra los otros.

Sin embargo, por encima de lo que pudiéramos considerar como meros problemas sentimentales o quebrantos económicos, financieros y sociales; de lo que no queda duda, por mucho que algunos dirigentes nacionalistas o grupos secesionistas quieran desmentir, poner en duda o negar con argumentos tan insostenibles, como es el afirmar que "el sistema democrático" les permite a los catalanes decidir, por simple mayoría de los ciudadanos catalanes, sobre su futuro; con independencia de lo que opinen sobre este tema el resto de los españoles de las otras autonomías; es que están equivocados..

En otras ocasiones ya hemos desarmado este sofisma que pretende otorgar, a un grupo minoritario, la posibilidad de eludir la opinión mayoritaria apelando a la reducción a niveles menores, obviando las mayoría, a los que se les permitiría decidir con unos pocos votos el pertenecer o separarse de los grupos mayoritarios; como si de pronto, el pueblo de Vitigudino de Abajo, decidiera por la mayoría de sus habitantes separarse de España. La reducción al absurdo basta para entender que ciertas actitudes y pretensiones de los separatistas caen por su propio peso, ante el hecho incontrovertible de que España es una nación, con cinco siglos de existencia, regida por una Constitución que fue aprobada mayoritariamente por todos los españoles sin que, por cierto, Catalunya fuera una excepción a la regla; regida por un gobierno Central que es quien, en definitiva, tiene que marcar el rumbo que se le debe dar al país; dotada de una Cámara Alta y otra Baja, el Senado y el Congreso de Diputados, que son quienes deben determinar el destino de España y las leyes, normas y objetivos de los que debe dotarse a la nación para su conveniente desarrollo en bien de todo el pueblo español.

Por esto, cuando se nos habla de cadenas humanas, de propuestas sobre el "derecho a decidir" o de poner trabas al uso de la lengua española en Catalunya; nos parece como si estuviéramos escuchando el eco de un pasado ya lejano, en el que el señor Companys, con similares argumentos, pretendió, aprovechando el levantamiento nacional del 18 de julio de 1.936 declarar (con una moderación que hoy no demuestran sus seguidores) la "Independencia de Catalunya dentro de la República española". Fracasó, como fracasarán, mientras haya un español capaz de defender la unidad de nuestra nación y haga que se cumplan las normas constitucionales, que establecen las medidas que se deberán aplicar en el caso de que, alguna autonomía, decida salirse del marco legal establecido en la Constitución.

Sin embargo, el Gobierno del PP, como he insistido tantas veces, hace mal en dejar que la propaganda independentistas, que los enfrentamientos de la Generalitat contra las sentencias de los tribunales de Justicia; su desacato a la leyes del Estado; su obcecación por incumplir las normas emanadas del Gobierno de la nación; no obtengan la respuesta rotunda y fulminante que se merecen. Si así se hubiera hecho, si a las primeras muestras de desobediencia se hubieran puesto en marcha los preceptos constitucionales que dan las pautas para intervenir las autonomías que no cumplen o que se levantan contra el poder establecido; hoy en día este tema estaría solucionado y, algunos de los jerifaltes secesionistas, podrían veranear a costa del Estado en algún lugar en el que la moda no tiene nada que hacer.

Por desgracia, ni el señor Rodríguez Zapatero, por las causas que fueran, se atrevió a ponerles las peras a cuarto a los independentistas, quizá porque temía que no apoyasen a su gobierno ni, en la nueva legislatura, el gobierno del PP presidido por el señor Rajoy, a pesar de disponer de mayoría absoluta en ambas cámaras, ha tenido la valentía, la decisión, la voluntad y la determinación de cortar de raíz los numerosos intentos de desestabilización llevados a cabo por los grupos radicales, que han sido quines vienen marcando la pauta de los intentos continuados de mover a las masas a levantarse en contra del Estado español. El próximo, previsto para el día 11 de Septiembre, con motivo de la Diada catalana en el que se proyecta hacer una cadena humana que pretende cubrir una distancia de cuatrocientos kilómetros con un solo fin: reivindicar la salida de Catalunya de la tutela de España.

Hace unos pocos años no llegaban al 20% los catalanes que querían independizarse de España; hoy en día ya se estiman en más del 50% los que, a la vista de la pasividad del gobierno de Rajoy, se ven con fuerzas para intentarlo. Como ejemplo: ya se está cuestionando que en los comercios de Catalunya se vendan souvenirs que hagan alusión a España, como peinetas, abanicos, toreros, flamencas, toros, etc. aunque ello pueda parecer más la política intervencionista de un estado policiaco. Esto será lo que nos espera a los que residimos en esta región. La cobardía de nuestros dirigentes acabará por consolidar un catalanismo intransigente al que será difícil, sino imposible, descabalgar de su obsesión independentista. O así es, señores, como lo veo yo.

Miguel Massanet Bosch

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal