El líder del PP pretende ser investido pronto con una mayoría de Gobierno para aprobar los presupuestos
JAVIER CASQUEIRO Madrid (Publicado en El País, aquí)
Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal y Cristina Cifuentes. JOSE JORDÁN (AFP)
Mariano Rajoy reafirmó la mañana de este lunes que su prioridad para salir investido pronto de nuevo como presidente del Gobierno sigue siendo el PSOE: "Voy a intentar no solo ser investido, para aprobar los presupuestos de 2017, sacar las leyes por delante y los compromisos europeos, primero con el PSOE". Preguntado por la posibilidad de otras alianzas alternativas con Ciudadanos (32), el PNV (5) y Coalición Canaria (1), el líder popular para recordó que esa vía existe y que no la descarta, aunque con los 137 escaños del PP solo suman 175 diputados; es decir, la mitad de la Cámara y a uno solo de la mayoría absoluta. Rajoy prefiere la opción más estable a medio y largo plazo con los socialistas (85 actas) e iniciará los contactos, en primer lugar, con Pedro Sánchez.
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Rajoy no se mostró muy efusivo en su primera entrevista poselectoral en la Cadena Cope: "De vez en cuando tiene uno derecho a tener una satisfacción". Solo se permitió subrayar que estaba personalmente muy contento, al igual que los miembros de la cúpula del PP, por el resultado y por haber dejado atrás una etapa que volvió a catalogar como "muy complicada". Se refirió así tanto a la anterior legislatura, con la gestión de lo peor de la crisis económica, como a los seis meses transcurridos desde las elecciones del 20-D, que le dejaron durante mucho tiempo en tierra de nadie en las negociaciones políticas.
Lo que sí quiso anticipar Rajoy es que esta vez sí pretende impulsar y encabezar la formación de un Gobierno para España lo más pronto posible. Rajoy valoró el papel jugado por el PP y el PSOE históricamente, desde las elecciones de 1977 y también ahora cuando el bipartidismo estaba amenazado por la irrupción de nuevas fuerzas. Y ensalzó la decisión del pueblo español de no "dar por muertos a los que han protagonizado" esa historia de estos 40 años que calificó como "espectacular" por aprobar la Constitución e instaurar el régimen de libertades, derechos y servicios del Estado del bienestar.
Rajoy aprovechó ahí para corroborar que llamará a los dirigentes de los demás partidos políticos porque, aunque el PP dispone de más de 50 diputados de margen sobre la segunda fuerza (PSOE), sí considera que sería bueno que el nuevo Gobierno tenga más respaldo que el de su propio partido. Y telefoneará para quedar y hablar en primer lugar con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El líder popular reveló que en la madrugada del lunes ya habló con Sánchez cuando este le llamó para felicitarle, pero también confesó que en esa conversación no tuvo lugar ninguna oferta: "Él me dijo que estaba de acuerdo en que tuviéramos una conversación, pero no entramos en ningún tema de fondo porque tampoco tocaba". La hará. Y en breve. Pablo Iglesias y Albert Rivera, con los que también tendrá reuniones, solo le felicitaron por mensaje. Con el PNV contactó la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal.
Cuando se le planteó la posibilidad de intentar un acuerdo alternativo con Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria, el dirigente popular remachó: "Descartado no hay nada, pero para los temas fundamentales necesitaría al PSOE, como los temas europeos, la gestión del Brexit, que requieren un acuerdo nacional, aunque las posibilidades no nos cerramos ninguna".
El presidente del PP reiteró que persigue formar una mayoría para gobernar y que en esta ocasión sí intentará ser investido, aunque no quiso predeterminar que ahora ya no declinará ninguna oferta en ese sentido del rey Felipe para no anticipar lo que tendrá que suceder en la ronda de contactos oficiales que se abrirá a partir del 19 de julio, cuando se constituyan formalmente las Cortes. Rajoy quiere llegar a ese momento con algún tipo de acuerdo "sensato", sobre todo con el PSOE, "para facilitar las cosas al Rey".
Sobre el fracasado sorpasso de Unidos Podemos al PSOE, Rajoy aceptó que mucha gente se haya podido sentir defraudada estos años por la gestión de la crisis económica por los partidos clásicos que han gobernado España, pero añadió: "Una cosa es predicar y otra dar trigo". Y corroboró que ahora a Unidos Podemos y a Pablo Iglesias sí le ha podido perjudicar que su coalición ya ha gobernado en algunos ayuntamientos y comunidades y ya son conocidos: "Sus recetas no sirven para la Europa en que vivimos".