Sin duda que los efectos de la ruptura entre los agentes sociales, aparte de dejar en la cuerda floja al señor ministro de Trabajo, Corbacho, ha tenido implicaciones más amplias para el Ejecutivo del señor Zapatero que, seguramente, ya daba por descontado empezar las vacaciones oficiales del mes de Agosto, con la tranquilidad de haberse quitado de encima esta ardua cuestión de la que, sin duda, puede depender en gran parte la reiniciación de la nueva etapa parlamentaria en un incómodo, de por si, mes de septiembre en el que, con toda posibilidad, se constatará si los efectos de la crisis (paliados en parte por la canícula y las vacaciones), como se viene diciendo desde los organismos gubernamentales, ha tocado fondo o si todavía colea en España la parte peor de la recesión y si, el retorno de los trabajadores a sus puestos de trabajo, tiene lugar con normalidad o se encuentran ante la desagradable realidad de que las empresas hayan cerrado las puertas aprovechando su ausencia. No parece que, desde fuera de nuestras fronteras, se vea con tanta claridad como lo ven el señor Zapatero, la vice de
Quizá sea debido a la inoperancia de la vocera del PSOE el que, de pronto, como Ave Fénix resucitada de sus propias cenizas, el ministro de Fomento, don José Blanco, que parecía haber experimentado una verdadera transformación, pasando de Mr. Hyde a Mr. Jerkil, desde que fue investido con el cargo de ministro; haya vuelto a reaparecer con la intención de repartir estopa. En efecto, se le veía menos crispado, más amable, menos bocazas, más sentado, menos mentiroso, más franco, menos sectario, más distendido, en fin, menos Pepiño Grillo, más persona; y ya nos habíamos hecho ilusiones de haberlo recuperado para el gremio de los sensatos cuando, de manera inopinada, ha dejado su placentero retiro del ministerio de Fomento para echarle una mano a Zp e intentar poner remedio a los desafueros e incompetencias de
No puedo decir que le echáramos de menos ni que notáramos a faltar su verborrea algo inconexa y, en muchas ocasiones ofensiva, pero, qué duda cabe de que su reaparición nos proporciona tema para comentar y nos facilita, eso sí sin acritud ni resentimiento personal, el poner en evidencia algunas de sus carencias que, para muchos que no pasan de la superficialidad cuando escuchan sus argumentos, puede que los convenza, pero que, para aquellos que gustan de analizar los hechos, no dejan de ser meras salvas de fogueo. Porque, veamos señor Blanco, ¿a qué se está refiriendo usted cuando emplea metáforas como pueden ser el hablar del “edificio” que ustedes ¡han construido!?. Si se quiere referir, con ello, al maremagno en el que han metido a España en solo 5 años, podríamos estar de acuerdo; si quiere decir, con ello, el haber dividido a los españoles nuevamente en dos bandos contrarios; también se lo admitimos; si quieren hablar de olvidarse de sus ideales socialistas para dedicarse a favorecer a la banca con miles de millones de euros (primero 50.000 millones para que dieran créditos, condición que no cumplieron; más tarde 90.000 millones más para sacar a las Cajas de la ruina y, ahora, ya están hablando de 64.000 millones para nuevos avales a Cajas y Bancos) todos ellos a costa de los impuestos recaudados a los ciudadanos y de los que todavía no han recaudado pero que piensan conseguir aumentándonos las cuantías de los actuales o creando otros nuevos,¡ estamos de acuerdo! porque todo esto podemos esperar de un Gobierno incapaz de dar un solo golpe en el clavo y que, no obstante, con sus fallos siempre acierta en golpear en las sufridas cabezas de los españoles, condenados a ser siempre los paganos de su incompetencia.
Pero donde da el do de pecho, donde pone el dedo en la llaga y se cubre de gloria nuestro Pepiño Grillo, es cuando se atreve, osa referirse y pisa mierda, aludiendo, con toda la cara y sin el más mínimo pudor, al Fondo de Garantía de Pensiones que, les recuerdo, fue instituido por el señor Aznar cuando, después de sacar a España de la difícil situación en la que la dejó el señor González, y después de conseguir sanear
Y esto no es novedad, porque la cantidad de este Fondo de Garantía es lo suficientemente golosa para que los socialistas, que no dejan títere con cabeza y que, cuando ven la manera de meter mano en el dinero público para despilfarrarlo, se les ponen los ojos rojos de avaricia e intentan, por todos los medios, utilizarlo para conseguir disponer de más capital para cubrir los agujeros que se van produciendo y, entre ellos, como hemos tenido ocasión de comprobar, los de las Cajas de ahorros en las que ellos tienen participación y, de donde, consiguen los créditos que precisan, tanto para sus campañas electorales como para toda clase de gastos como pudieran ser las financiaciones otorgadas a Catalunya, la promoción de la estupidez de
Miguel Massanet Bosch