Esperemos de corazón, que no sean la antesala de lo que va a ser el nuevo “talante” del gobierno del PP
Cristóbal de Castillejo (1.490-1.550) sirvió de paje a Fernando de Absburgo, profesó de monje Cisterciense, aunque su vida disoluta en Viena y un hijo natural no casaran, precisamente, con el hábito que había vestido. Escribió notables poemas y, entre sus obras se destacan sus diálogos en verso, por ejemplo el “Diálogo que habla de las condiciones de las mujeres”, de tendencia claramente antifeminista. En esta obra encontramos, precisamente, unos versos que rezan así: “manos se besan, a veces/ que debieran ser cortadas” Y, en este sentido, debemos reconocer que nos han llamado la atención algunas noticias que nos han llegado de ciertos hechos o medidas tomadas por el nuevo Ejecutivo del señor Rajoy que, esperemos de corazón, que no sean la antesala de lo que va a ser el nuevo “talante” del gobierno del PP, ya que, en este caso, no creo que la regeneración radical de esta España a la que nos condujo el PSOE del señor Rodríguez Zapatero; lejos de ser un rayo de esperanza y una realidad de futuro, puede que todo se quede, al fin y al cabo, en una desilusión y un fracaso que, sin duda, ni nuestra nación ni los españoles estamos en condiciones de soportar.
Si ya comenzamos con una prórroga, reforzada y aumentada, de los avales que, en su día, concedió el señor Zapatero a los bancos, al principio de la llegada de la crisis, para que concedieran créditos a las empresas ( algo que nunca se produjo); en esta ocasión, se procede a la renovación de los avales por un montante de 196.043.560.000 euros; una acción que muchos españoles no logramos comprender, después de lo que ha estado ocurriendo, durante las dos últimas legislaturas, con bancos y cajas y las intervenciones del FROP para evitar su caída; algo que viene recayendo sobre las espaldas de los ciudadanos de a pie, sin que se haya visto beneficio alguno para las empresas y los trabajadores; aunque, me imagino, que los financieros deben estar exultantes. El PP debiera explicar, con claridad, a donde conduce semejante política.
Es posible que sea algo habitual con los miembros del gobierno saliente; pero, señores, dadas las condiciones desastrosas y de ruina en las que, el anterior Ejecutivo, con el señor Zapatero al frente, han dejado al país; no deja de ser una broma de mal gusto que, en el BOE de 31 de diciembre ( lo he comprobado personalmente) aparezcan una serie de reales decretos que, comenzando con el número 2082/ 2011 de 30 de diciembre, se van concediendo sendas Grandes Cruces de Carlos III, a los ministros saliente y, entre ellos, nada menos que a la señora Salgado; la señora Trinidad Jiménez; el señor Blanco; el señor Antonio Camacho( un ministro al que apenas le ha dado tiempo de desembalar los bártulos en el ministerio de Interior y que, casualmente, estaba en el punto de mira de los jueces por el caso del “chivatazo”, conocido como el caso del “bar Faisán”); la señora Chacón ( la nacionalista que se identificó públicamente con el señor Rubianes en sus insultos a España); el señor Miguel Sebastián; la señora Rosa Aguilar, la señora Cristina Garmendía y el señor Jáuregui.
Pero, ¡pásmense ustedes!, también se ha condecorado a la señora González Sinde que, si se ha caracterizado por algo, ha sido por los despilfarros de su departamento, subvencionando a los de la farándula para que no les faltara apoyo y dinero, bajo cuyo mandato, se han producido casos tan graves como el de las SGAE’s, un caso de corrupción de dimensiones mayores, en el que ha quedado enfangado su presidente, el señor Tedy Bautistas y varios de sus colaboradores. Un escándalo que ha trascendido de España para ser conocido en toda Europa. Sin embargo, el acabose, la gran tomadura de pelo a los españoles lo tenemos en el caso, verdaderamente, escandaloso de que, también, haya sido condecorada con dicho galardón, la famosa ministra de Sanidad e Igualdad, la hija putativa del señor Zapatero que tenía predilección por ella; gran causante y colaboradora de Bibiana Aido del mayor estropicio cometido en España contra la moral, las buenas costumbres y el precepto constitucional que ordena defender la vida de las personas: la denigrante y absurda nueva Ley del Aborto, la señora Leire Pajín. ¿A esta señora se la condecora? Y nos preguntamos, ¿cuáles han sido sus méritos, aparte de su sectarismo político y su predilección por el feminismo radical, que le han reportado merecer semejante gran premio? Les aseguro que si yo hubiera sido merecedor (que por supuesto no lo soy) de haber recibido semejante distinción, no tardaría ni un día en devolverla, para no compartir con semejante elenco una medalla que, a partir de hoy, ha quedado devaluada.
Y parece que, en tan poco tiempo, en cosas tan infantiles, en detalles tan obvios y en decisiones que aparentemente debieran haber sido fáciles, el señor De Guindos, un magnífico economista y peso pesado del nuevo gobierno del PP haya caído, no sé si por ignorancia o por un lapsus imperdonable, en el error de nombrar, para el puesto secretaría de Estado, a la señora Carme Vela Olmo, que ocupará la secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (no olviden que no existe un ministerio para este sector y, por tanto, el cargo tiene casi rango de ministerio). Esta señora, aparte de ser una activa seguidora del PSOE y que tomó parte directa en la campaña del señor Rubalcaba para la presidencia del gobierno; resulta que, en sus antecedentes, figura que formó parte de la Plataforma de Apoyo a ZP. Asistió a un acto de dicha plataforma en el que el señor José Luis Cuerda se despachó a gusto cuando le tocó el turno de hablar, calificando al PP de “turba mentirosa y humillante que piensa desde su imbecilidad que todos somos más imbéciles que ellos”. Ella fue la que leyó el texto del manifiesto de apoyo a Rodríguez Zapatero. ¡Vaya, una alhaja que, el nuevo ministro, nos trae para que la pongamos en conserva hasta que le dé por darnos la puñalada trapera! ¡Inaudito!
Pero no puedo terminar este comentario sin referirme a algo que, incomprensiblemente, el nuevo gobierno de Baleares, mi tierra, por si no hubiera sido bastante la inmersión lingüística, que llevaron a cabo unos cuantos radicales del idioma catalán para impedir la enseñanza del castellano; ahora, cuando el nuevo gobierno del PP, con el señor Bauzá, como presidente -alguien que me merece todos los respetos y que creo que tiene capacidad para sacar al país de los problemas que lo aquejan– ha tomado posesión de su cargo y ya llevan meses trabajando para deshacer los errores del anterior gobierno; resulta que, no sabemos quién será el culpable de ello, pero se vuelve a reincidir en lo de subvencionar el catalán en el extranjero. Por lo visto, hubo tres resoluciones del Instituto Ramón Llull, por las que se convocaron sendas subvenciones para “el engrandecimiento y la promoción exterior de la lengua catalana”. Conviene recordar al respeto que, en las islas, se hablan distintos dialectos y que el uso del catalán, aparte de haber sido impuesto en la enseñanza, no es corriente, porque allí se habla el mallorquín, el ibicenco y el menorquín. En definitiva, que la cantidad total, procedente de las arcas autonómicas, destinada a promociones y difusión exterior de la literatura catalana y de pensamiento, que se realicen durante el 2012, asciende a la cifra de 460.000 euros. ¡Estamos en tiempo de crisis, con más de cinco millones de parados, de los cuales más de un millón ya no cobran nada!
Estamos dispuestos a aceptar medidas de ajuste, a apretarnos el cinturón y a bajar nuestro nivel de vida pero, lo que no vamos a consentir es que se nos engañe otra vez y que se pretenda seguir con los errores de los socialistas. O esta es, señores, mi opinión.
Miguel Massanet Bosch