← PRIMEROS COMENTARIOS A LA EPA DEL III TRIMESTRE
(Publicado en El blog de Álvaro Anchuelo, aquí)
Tras cinco años de crisis, resulta inquietante que la destrucción de empleo no cese. Con los datos recién salidos de octubre, el empleo sigue cayendo hasta marcar el mínimo de los últimos nueve años. Los datos registran un descenso de 73.077 ocupados respecto a agosto. Entre octubre de 2011 y octubre de 2012 se han destruido 623.586 puestos de trabajo. En cuanto al desempleo, el último mes el número de personas apuntadas a los servicios públicos de empleo aumentó en 128.242. Entre los jóvenes menores de 25 años el desempleo aumenta en 20.604 personas.
Es cierto que los datos mensuales tienen un componente estacional, en este caso ligado al fin de la temporada turística de verano. Pero no se ven por ningún lado los brotes verdes que vislumbran la ministra de Empleo y el presidente del gobierno, emulando a su predecesor Zapatero.
En realidad, los malos datos no deberían sorprender a los miembros del gobierno, pues tienen que ver con las políticas erróneas que ellos aplican. Se recorta el gasto productivo (en I+D, infraestructuras…) y no el gasto superfluo (como los hoteles de lujo del Sr. Mas y su séquito). Se sube el IVA (un impuesto regresivo que lleva a que se consuma y demande menos) en vez de los impuestos a las rentas altas o el esfuerzo en la lucha contra el fraude. Se pone en marcha una reforma laboral que mantiene la precariedad y la dualidad en el mercado de trabajo, facilitando los despidos de trabajadores indefinidos en medio de la recesión. Señores ministros: los efectos tienen causas.