- El 79% de los españoles cree que dentro de un año la economía estará igual o peor
La corrupción, el
fraude y los políticos superan a la sanidad y la educación en la lista de
las 10 preocupaciones de los ciudadanos españoles, según el barómetro
del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público esta mañana.
El estudio, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 1 y el 15 de diciembre,
refleja un fuerte aumento de la preocupación ciudadana por las prácticas
corruptas, que entran en el cuarto puesto (en noviembre preocupaba al 9,5% y en
diciembre al 17,2%) por delante de las cuestiones sanitarias (12,9%) y los
problemas de las aulas (7,6%).
Más de 300 políticos
españoles se encuentran imputados en casos judiciales relacionados con la
corrupción. El desapego de los ciudadanos hacia sus representantes ha ido en
aumento en los últimos años (segunda preocupación en diciembre) cuando se han
destapado grandes casos de prácticas irregulares de políticos y miembros de la
vida pública y empresarial, entre ellos el expresidente balear,
Jaume Matas, el duque de Palma, Iñaki Urdangarin,
o el presidente
de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. El último político contra el que la
fiscalía ha decidido actuar es
el cacique gallego del PP José Luis Baltar.
El
paro sigue siendo el principal problema para el 77,1% de los encuestados.
Los principales puestos en el ranking apenas han variado: en segundo
lugar se sitúan los asuntos de índole económica (39,5%). Precisamente el paro y
la corrupción deberían ser, a juicio de los encuestados, los principales
objetivos de la sociedad española en los próximos cinco años.
El 79% de los españoles cree que dentro de un año la economía -que para el
91,5% se encuentra actualmente en una situación mala o muy mala- estará igual o
peor. El
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está preparado para los próximos 12
meses que prevé durísimos, pese a que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro
aseguró ayer tras
dar a conocer los datos del paro de diciembre que "algo positivo se está
moviendo".
Las perspectivas para el quinquenio que viene tampoco son muy halagüeñas, a
la vista del estudio, ya que los españoles piensan que aumentará la corrupción
política (49,6%), las tensiones nacionalistas (52%), el fraude fiscal (51,2%) y
las dificultades para tener una vivienda (64,2%). Mientras que disminuirá la
calidad de la asistencia sanitaria (60,4%) y el abandono escolar (42%).
Sin embargo, sí son más quienes opinan que habrá disminuido el número de
parados: 45,3% que muestran esa convicción frente al 39,8% que auguran un
aumento; y aumentado la competitividad de la economía española: 33,4% frente al
26,8% que consideran que disminuirá.
Los desahucios,
que siguen entre las principales preocupaciones de los españoles (5,7%, décimo
puesto), irrumpieron en noviembre por primera vez en esa lista. Los desalojos
fueron la octava preocupación de los españoles (ahora la décima), con un 6,3% de
las menciones, en una lista que sigue liderando de forma rotunda el paro —con el
80% de las alusiones—, seguido de la economía (42,7%) y los políticos (30,2%).
La sanidad, el cuarto problema de los ciudadanos, marca un récord al ser citada
por el 12,4% de los entrevistados.
El debate social sobre los abusos del sistema legal de desahucios estaba
entonces en pleno apogeo, tras el suicidio de la exedil socialista Amaya Egaña,
de 53 años, que
se lanzó al vacío el 9 de noviembre desde su casa en Barakaldo (Bizkaia)
mientras la comitiva judicial subía la escalera para desalojarla. En esos
días, el Gobierno y el PSOE negociaban también para tratar de llegar a un
acuerdo sobre las medidas para mitigar el drama social. No lo consiguieron: el
Ejecutivo aprobó de forma unilateral un decreto en el que establecía una
suspensión de dos años de los desalojos de los más "vulnerables", una norma
que los jueces calificaron
después de "insuficiente" y "arbitraria".