El 95% asegura que los partidos protegen y amparan a los acusados de corrupción
Fernando Garea Madrid (Ver aquí)
La llamada sensación térmica depende de factores distintos a la temperatura
objetiva y no siempre coincide con ella. De la misma forma, la impresión que
tienen los ciudadanos sobre la corrupción política dibuja un negro panorama en
el que cada vez hay más casos y, lo que es más negativo, en el que existe
impunidad casi absoluta para los implicados. En tiempos de crisis se acentúa esa
impresión por motivos obvios, hasta el punto de que, según la encuesta
de Metroscopia, un 63% considera que ha crecido la corrupción política; un
54% asegura que es superior a la de otros países y hasta un 95% desconfía de las
intenciones de los partidos y de la eficacia de la Justicia para combatirla.

La corrupción en el centro del
panorama político. Fuente: Metroscopia / El
País
Casos como el de la financiación ilegal de Unió, en el que la
Justicia ha tardado 16 años en sentar en el banquillo a los acusados y se ha
saldado con un pacto para evitar la cárcel, contribuyen a esa impresión. Se
cumplen estrictamente la ley y el proceder habitual de buscar acuerdos con la
acusación para aceptar los hechos y evitar la cárcel, pero se elude la
ejemplaridad que los ciudadanos exigen por la acumulación de casos. Por eso,
hasta un 92% deplora la lentitud de la Justicia hasta el punto de considerar que
es ineficaz para combatir la corrupción.
Además, como hay resistencia a la expulsión de la vida política de los
acusados, la sensación de impunidad de los corruptos se asienta en la sociedad.
De ahí que un 95% de los encuestados denuncie que los partidos tienden a tapar y
proteger a sus militantes corruptos en vez de denunciarles y
expulsarles. Esa protección es a veces transversal como lo prueba que el
Gobierno del PP indultara el pasado mes de marzo a un dirigente de Unió para
evitarle la cárcel. A falta de respuesta en los partidos y la Justicia, la
salida según la encuesta debe estar para el 87% en una posición intransigente de
los ciudadanos a la hora de ir a votar. Es decir, que no se apoye a candidaturas
en las que se incluyan a acusados por corrupción. Para un 67%, no obstante, los
políticos corruptos son solo una minoría, pero suficiente para poner en
entredicho el buen nombre de los demás.
El sondeo es coherente con la impresión de desafección política que muestran
todas las encuestas. De hecho, se deduce que si en este momento hubiera
elecciones la participación estimada sería de entre el 60 y 62%, es decir, entre
10 y 12 puntos por debajo de la de las elecciones generales de 2011.
Los encuestados son muy críticos con los partidos y el 86% les exige un gran
pacto nacional para hacer frente a la crisis económica. A esa petición le sigue
el pesimismo del 76% que considera improbable ese acuerdo.
La conclusión es que el 88% reprocha a los actuales partidos que miren por
sus intereses y problemas y no los de la sociedad; el 81% asegura que crean más
problemas de los que resuelven y el 72% lamenta que sientan los pactos como
debilidad y no como fortaleza. También ponen de manifiesto un declive de lo que
se conoce como clase política, porque el 66% asegura que los partidos actuales
son peores que los de la Transición y el 55% opina que con los de ahora no se
hubiera logrado el tránsito a la democracia.
la corrupcion es mondial.Ella aparece en cada parte y en cada domaine en la vida. No hay que acceptarla y hay que luchar contra ella.