Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

¿Una República catalana de izquierdas, la pesadilla del señor Mas? (por Miguel Massanet Bosch)

Publicada el febrero 22, 2013 por admin6567
Compartir

 

"Existe una tentación muy totalitaria en la izquierda con raíces en el nacionalismo" (León Trotsky – El programa de la paz)

 

Aunque que se dice que está mal citarse a uno mismo, no me puedo resistir a la tentación de reproducir en este comentario una frase que escribí en un artículo que se publicó, el día 2 de noviembre del 2012 (antes de las elecciones catalanes que tanta fuerza le dieron a ERC) en varios medios digitales, titulado "La euforia catalanista pincha ante la cruda realidad" en el que hacía la siguiente reflexión: "¿Un estado independiente en manos de CIU? Una utopía porque, en el imposible caso de ser independientes quienes serían dueños de Catalunya serían las izquierdas".

Unos pocos meses desde aquella fecha, han sido suficientes para que el acontecer del país me diera loa razón y, de paso, les diera motivos a esta derecha catalana separatista, esta burguesía adinerada que nunca ha podido perdonar al general Franco que les quitara de las manos la posibilidad de imponer el poder económico que ostentaban desde la primera Guerra Mundial en la que, la neutralidad de España (ésta contra la que despotrican ahora), les permitía vender a ambos bandos beligerantes lo que, evidentemente, les lleno las faltriqueras y los convirtió en ricos ( o nuevos ricos, como prefieran). ¿Recuerdan aquellos tiempos, anteriores a la iniciación de la Guerra Civil española?, aquellos meses turbulentos que sucedieron a la proclamación de la República del "Frente Popular" en febrero de 1.936; en los que, los grandes señorones e industriales, dueños de las fábricas de tejidos, rivalizaban con los sindicatos, CNT y FAI, en utilizar la violencia. Los primeros, utilizando sicarios para eliminar a los líderes de los obreros y, los segundo, empleando a sus "matones" para librarse de aquellos patronos que se negaban a transigir con sus exigencias o chantajes.

Lo cierto es que, una parte importante de aquella burguesía de entre guerras, se posicionó en contra del general Franco aunque, todo hay que decirlo, gracias a él muchos salvaron la vida y se libraron de ser ejecutados por las hordas frente populistas que, el señor Companys, fue incapaz de contener si es que, en algún momento hubiera tenido tal intención, muy mediatizado por aquel famoso Comité de Milicias Antifascistas. También hay que decir que, todos aquellos fabricantes consiguieron recuperar sus fábricas que les habían sido incautadas y, con el apoyo del régimen, consiguieron, de nuevo, recobrar las riquezas que el Frente Popular les había arrebatado. Una película ilustrativa de aquellos tiempos fue, sin duda, La Escopeta Nacional. Esta parte, la más rancia clase alta catalana, ha sido durante años la que ha mantenido encendido el candil del separatismo, la reivindicación de un catalán excluyente; sin que ello les haya privado de conseguir ganar mucho dinero a costa del régimen franquista y lo han continuado haciendo a costa de todos los españoles cuando entró la democracia.

Sin embargo, estos desmemoriados, han vuelto a cavar su propia tumba poniéndose en manos de políticos que, primero aparecieron como defensores de "la patria", como desinteresados héroes de la independencia catalana; utilizando para ello los métodos de lavado de cerebro que más le convenían, aunque ellos supieran que carecían de base y que no se trataba más que de falacias. La España que "les robaba", la Hacienda que se "llevaba los impuestos de los catalanes para invertirlos en Madrid" o el "Estado centralista" que les "impedía hablar, escribir o hacer películas en catalán". Lo que no han dicho son los miles de millones que se han invertido en infraestructuras en este tierra, los préstamos que vienen recibiendo del Estado para que puedan ir pagando las deudas de una administración despilfarradora, malversadora e incompetente, que ha estado esquilmando a Catalunya, hasta conseguir endeudarla en más de 42.000 millones de euros; que se cree un desempleo que sobrepasa los 600.000 obreros y, en unos momentos en los que la crisis demanda contención del gasto y recortes dolorosos, sin embargo, se continúan gastando millones de euros en sostener una llamadas embajadas catalanas, cuando podrían utilizar, perfectamente, y así se lo ofreció el gobierno Central, las que tiene implantadas España para, desde ellas, promocionar el comercio de la autonomía catalana. ¿Qué no? ¡Ah!, claro, se trata de hacer creer a las naciones, en las que funcionan, que ellos no son España y que, por ello, tienen su propio "cuerpo diplomático" para que los represente.

Un reciente sondeo llevado a cabo por el CEO (Centro de Estudios de Opinión) en esta autonomía, ha dado la sorpresa al constatar que el grupo ERC ha pasado a ser la primera fuerza autonómica en intención de voto, relegando a CIU a un segundo lugar, seguramente a causa del desencanto de muchos de sus seguidores cuando han saltado los casos de corrupción de la familia Pujol Ferrusola, en la que parece que hay pocos que se salven de la quema y, de paso, le han lamido las botas al propio señor Artur Mas quien, curiosamente, para intentar apartar de si las sospechas que sobre su patrimonio se han provocado, está intentando crear una especie de cruzada, formada por políticos, aparentemente muy conmocionados por la generalización de la corrupción, pero que, como le ocurre al propio señor Mas, se puede dar la circunstancias que aquellos que se declaran enemigos acérrimos de la corrupción sean, a la vez, sospechosos de ser corruptos. Los que saben algo de leyes recuerdan aquel aforismo que dice "No se puede ser juez y parte a la vez" y, esta máxima, debiera de conocerla muy bien el señor Mas.

Pero no les podemos decir, a estos defensores del independentismo, que renuncien a su locura, porque este exultante líder de ERC, el señor Oriol Junqueras, profesor de Historia y experto en economía, por lo visto, en temas legales anda algo flojillo; empeñado en pretender vender a quienes tienen la paciencia de escucharle que la democracia está por encima de las leyes y, por tanto, que si los catalanes ( una parte de todo el país) deciden por su cuenta el "derecho a decidir"; lo que diga la Constitución, el resto de los españoles y los propios catalanes que no hayan querido participar en un acto ilegal o los que, haciéndolo, lo hagan en sentido negativo, no cuentan porque, para el señor Junqueras, la democracia nada más es de aquellos que a él le interesa que cuenten. Recordemos aquel episodio del Cantón de Cartagena, un hecho ocurrido durante la I República, en julio de 1873, a causa de la rebelión de los "republicanos federales intransigentes" que declararon independiente el "Cantón de Murcia" (luego se lo denominó "de Cartagena"), consiguiendo resistir a las fuerzas gubernamentales hasta el 12 de enero de 1894.

Le recuerdo, señor Junqueras, que la independencia de Argentina (29 de junio de 1.815), únicamente se logró a la fuerza de las armas y a causa de la imposibilidad de que España sostuviera una guerra colonial para la que no estaba preparada ni disponía de medios; aparte de que quien gobernaba España entonces era el rey "felón", Fernando VII, un verdadero cáncer para la España de aquellos tiempos. Es posible, no obstante, que a la vista de los datos ofrecidos por el CEO, esta burguesía que se las prometía tan felices en un estado independiente, empiece a perder su entusiasmo ante la posibilidad, ya anunciada, de que el pueblo catalán, en mayoritariamente de tendencia izquierdista, prefiera un gobierno izquierdista que los fría a impuestos. Allá ellos. Así es, señores, como veo yo esta Catalunya si hubiera alguna posibilidad, que no la hay, de que consiguieran sus objetivos.

Miguel Massanet Bosch

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal