Miguel Ángel García Díaz (Publicado en Pensar sobre Economía-Blogs El País, aquí)
The 2012 Ageing Report Economic and budgetary projections for the
EU27 Member States (2010-2060) es un informe elaborado por la Dirección General de Asuntos
Económicos y Financieros de la Comisión Europea donde se recoge una amplia
información sobre la posible evolución de los sistemas públicos de pensiones, a
partir de la situación actual y las reformas en marcha.
En su anexo se incluye la evolución del gasto público en pensiones prevista
para los 27 países miembros de la Unión Europea. La proyección para España
tomando en cuenta la reforma paramétrica aprobada en 2011, presenta un
crecimiento importante del gasto en pensiones sobre el PIB desde el 10,1% en
2010 hasta el 14% en 20150 para después disminuir ligeramente hasta el 13,7% del
PIB en 2060.
Como
se puede apreciar en la tabla y gráfico adjunto, la senda proyectada para España
en su gasto en pensiones públicas es bastante similar a la de Alemania, aunque
en este país la presión del gasto se desacelera a partir de 2040. El gasto en
pensiones sobre PIB en ese largo periodo temporal, previsto por la DG de Asuntos
Económicos para Francia, Austria, Italia y Finlandia es, en todos los casos,
superior al de España, incluso ahora, porque allí se ha adelantado el fenómeno
del baby boom. En todos estos países, el sistema público de reparto es el que
provisiona la renta principal a los pensionistas, sin que esta elección les
impida superar a todos ampliamente la media de renta por habitante de la UE27 y
de la Zona Euro.
La situación es muy distinta en Reino Unido, Irlanda y Holanda cuyo sistema
público está construido sobre “una pensión zócalo” con aportaciones
complementarias desde los sistemas de capitalización gestionados por el sector
privado. Tampoco en Suecia donde convive un sistema público de reparto de
cuentas nocionales con un complemento de capitalización. En todos ellos el gasto
público en pensiones es muy inferior a la media de la UE27.
Mi
opinión en este tema es igual a la declarada sobre la presencia del sector
público, quiero que España se parezca a quien vive mejor que nosotros y, salvo
que cambien mucho las cosas, la mayor parte de ellos tienen mejores perspectivas
de crecimiento económico y una mayor cohesión social. Suecia y Holanda cumplen
estas características pero me seduce más la idea de ser como los más grandes,
por ejemplo Alemania, porque, además, implica no tener que cambiar de modelo de
pensiones; algo que por otra parte, siempre incluye efectos colaterales no
previstos (o no contados).
La senda de gasto en pensiones públicas que prevé la Comisión Europea para
España hasta 2050 no se desvía de las de Alemania, Finlandia o Austria -es
inferior a la de los dos últimos-, pero este hecho no reduce la dimensión de
nuestro reto, porque para no incurrir en un desequilibrio presupuestario
estructural, la sociedad española necesita dotarse de ingresos adicionales sobre
los actuales (10,25% del PIB en 2012). Tenemos margen (9 puntos del PIB de
diferencia en los ingresos públicos con la media de la Zona Euro) pero hay que
tenerlo claro y ponerse rápido manos a la obra.