Resulta decepcionante y a la vez ofensivo, para los que nos consideramos españoles de verdad, ver como el PSOE a través de sus distintos representantes intenta con la boca pequeña aparentar apoyar al Gobierno, mostrase un partido responsable pero, por otra parte, se dedique a minar la labor de nuestro ejecutivo, lanzando insidias y criticando pretendidos"excesos" por parte de nuestras autoridades. Seguramente, a estos señores del primer partido de la oposición, no les importa compartir con Amaiur y ERC el triste honor de haber estado apoyando al gobierno de Gibraltar, en lugar de cerrar filas sin fisuras en torno al Gobierno de España, en este largo contencioso que parece no tener fin y que lleva camino de enquistarse hasta el punto de que, es muy posible que de los 13 enfrentamientos por cuestiones similares que quedan en el Comité de Descolonización de la ONU, el tema de Gibraltar sea el único que no se resuelva si es que acaba resolviéndose.
Por esto, choca ver como el señor Oscar López, del PSOE, que aspira a asumir protagonismo dentro de su formación, con la idea de entrar en la pugna para suceder al señor Rubalcaba, se muestre extraordinariamente locuaz, más de la cuenta, por supuesto, en este espinoso tema del Peñón en el que, cada palabra que se pueda interpretar de una forma ambigua va, sin duda, a ser aprovechada por los gobiernos de la Roca y el británico para utilizarla en apoyo de sus tesis inmovilistas, que tan buen resultado le han venido dando hasta ahora, en defensa de su soberanía sobre este pedazo de España. Esto de hablar de "propuestas ridículas" refiriéndose a lo que está haciendo el Gobierno o insistir en lo del "diálogo" cuando es el mismo Gobierno que no ha dejado de proponerlo, más parece que, lo que busca el señor López no es que exista un diálogo entre las dos partes que sea constructivo ( algo que conociendo a los ingleses es impensable), sino que se siga perdiendo el tiempo entre dimes y diretes con los gobernantes de Gibraltar, para que todo acabe, como ha ocurrido cada vez que se ha intentado, en un fracaso para España.
Dialogar, señor Gómez para que no sirva de nada es algo absurdo y una pérdida de tiempo. En esta ocasión se ha podido comprobar que, las medidas tomadas por el Gobierno (registros masivos en la frontera, amenazas de inspecciones fiscales a los que viven fuera de la Roca, etc.), han sido efectivas y han exacerbado tanto al gobierno del Peñón, como se ha demostrado por el berrinche fenomenal del señor Picardo y las represalias que Londres ha pensado tomar; demostrando que les han escocido más que en otras ocasiones y que, por una vez, se han tomado en serio el tema de la Roca. Sólo en una posición de fuerza, señor Gómez, es posible sacar acuerdos que no signifiquen volver a ceder como lo hizo su señor Moratinos en el denigrante acuerdo de Córdoba. Más cesiones, por parte de España, que signifiquen agravar los efectos del famoso tratado de Utrecht, no tienen sentido; ahora es preciso evitar que los ingleses, como intentan hacer, dejen de agrandar el perímetro de la colonia ganando terreno al mar, obstaculizando las labores de nuestros pescadores y mostrándose agresivos con nuestra Guardia Civil, como si, en realidad, fueran ellos los dueños de las aguas territoriales españolas.
Para el señor Oscar López, uno de los más críticos con el caso Gúrtel, parece que todo lo que está sucediendo en España, nos referimos a lo malo por supuesto, porque de lo bueno que se ha hecho intentando reparar, en lo posible, la desastrosa situación en la que ellos dejaron a España, no se quieren acordar, se deba al PP. Debiera, en un ejercicio de honradez política, reconocer la precaria situación económica, financiera y social en la que dejaron a la nación, recordar que el país estaba a un paso de entrar en quiebra soberana y que, desde el punto de vista internacional, el señor Rodríguez Zapatero y su equipo, lo situaron a la cola de la UE, con una prima de riesgo que llegó a los 650 puntos básicos, un interés del 7% y a punto de ser rescatados, como lo fueron Grecia, Portugal o Irlanda: Parece que don Oscar fue ajeno o, al menos, lo intenta ocultar si lo conoció, a aquellas políticas de los gobiernos de Zapatero en las que parecía que el dinero nos sobraba y que gastaban y despilfarraban a manos llenas los recursos del Tesoro, en políticas insostenibles, pero que les daban votos.
Despilfarro, subvenciones, ayudas y déficit público incontrolado, amén de un endeudamiento progresivo para poder siguiendo haciendo frente a un desempleo creciente (no olvidemos que dejaron casi 5 millones de desempleados) y atender a aquellas mejoras sociales que, evidentemente, el país no estaba condiciones de asumir y, menos, estando en recesión, como se lo advirtió el señor Solbes al señor Zapatero. Pero ahora lo que importa es que estamos ante un momento crítico de nuestras relaciones con el RU, por el tema de Gibraltar, y no es ocasión de sembrar cizaña política o de intentar sacar réditos electorales a costa de criticar las actuaciones del Gobierno o pretender que rectifique en el sentido que a ellos les conviene. Es preciso que todos los partidos del arco parlamentario se muestren unidos en defensa de los intereses de España que, en este caso, se centran en impedir que los ingleses conviertan a la colonia en algo más de lo que, el tratado de Utrecht, quiso que fuera; porque aquí, señores, nos estamos jugando algo más que un pedazo de tierra, nos estamos enfrentando a un intento de los ingleses de ir agrandando progresivamente su territorio gibraltareño, utilizando las argucias piratas que tanto provecho les dieron en tiempos del pirata y corsario Francis Drake ( para los ingleses Sir Francis Drake) terror del comercio español del siglo XVI. Quizá sea esta la última ocasión de revivir muestras justas quejas y pretensiones de descolonización, ante los organismo internacionales.
Cuando, admirados, escuchamos decir a los señores Oscar López que: "se debe resolver la crisis sin recurrir a terceros países" y, al mismo tiempo al señor Fernando López Aguilar decir que "el Gobierno deberá convencer a las autoridades europeas", siendo ambos miembros del mismo partido, el PSOE, cabe preguntarse a ¿cuál de ellos deberíamos hacerle caso? Es intolerable que nos hablen, como lo hace López Aguilar de que "el PP pone a Gibraltar en la batidora para examinar de españolismo" cuando una de las grandes lacras que padecemos, gracias a ellos, al PSOE, es precisamente la gran indiferencia de muchos españoles sienten respecto a sus raíces, los símbolos patrios, el amor a España y a lo español.
Si no sacamos nuestro patriotismo a relucir en ocasiones como ésta, ya nos dirá el señor López Aguilar cuándo debemos hacerlo porque, si esperamos a que sean ellos quienes nos lo propongan podemos esperar tranquilos, visto lo visto, lo que hicieron respecto al independentismo catalán o su indiferencia ante el Estatut que lograron hacer aprobar por el TC, con el apoyo valioso del señor Pascual Salas. A cambio, tenemos que oír estupideces del señor O.Gómez como "ha habido excesos por todas las partes", otro "patriota" socialista ¿cuáles son los excesos cometidos por el gobierno español en esta ocasión? Yo se lo diré: proteger nuestras aguas territoriales, salvaguardar los derechos de los pescadores, impedir el contrabando de tabaco y drogas y hace frente, sin miedo, a la osadía de quienes menosprecian a España convirtiendo al peñón en un nido de defraudadores. Yo, señor López, sigo siendo patriota aunque a usted le parezca mal.
Miguel Massanet Bosch