(Publicado en El blog de Francisco Margallo-Periodista Digital, aquí)
Tanto en la Unión Europea como en los países que la integran se habla hoy con mucha avidez de macroeconomía. Lo que pone de manifiesto que todos estamos atrapados en el contagio neoliberal imperante en el mundo, con detrimento de la verdadera política.
Esto está impidiendo que nuestros políticos no presten la atención debida a los problemas de algunos sectores de la sociedad, como la imposibilidad de acceder a la vivienda; la violencia de género y ley de dependencia; de la familia y las hipotecas; de los emigrantes etc.
La tozudez con que las estadísticas se refieren a la pobreza existente en nuestro país responde a esa realidad que en la sociedad del bienestar es llamada 'Sociedad de los dos tercios'. Se llama así porque dos tercios de la población fuerzan al otro tercio a vivir por debajo del umbral de la pobreza. ¿Es que no se puede eliminar de una vez la pobreza en los países desarrollados?
Algfuien ha dicho que nos movemos todavía con la política de Napoleón. Éste, empeñado en engrandecer a Francia, mantenía la política siguiente:"Una sociedad no puede existir sin la desigualdad de fortunas". Y añadía algo que debe hacer reflexionar a los dirigentes de las diversas religiones:
"La desigualdad de fortuna no puede subsistir sin la religión, porque cuando un hombre muere de hambre junto a otro que nada en la abundancia no se conforma si no hay allí una autoridad que le diga: Dios lo quiere así, es preciso que haya pobres en el mundo, pero luego en la eternidad el reparto se hará de otra manera".
Me inquieta que todavía se vean ciertos vestigios en la Iglesia jerárquica de apoyar esta política de la sociedad del bienestar, si no con la palabra, sí con los hechos, cuando por combatir el divorcio, los matrimonios gays, el aborto en ciertas circunstancias etc., apoyan a los partidos claramente neoliberales, responsables de la gran pobreza que existe actualmente en el mundo, que es lo más opuesto al mensaje del Evangelio. "Los labios de los ministros de Cristo son con demasiada frecuencia cómplices con la codicia de los avaros", le recriminaba Antonio Fogazzaro en su libro El Santo .
No cabe duda que el término tan triunfalista de "Estado de bienestar" se ha acuñado en el rico Occidente, que, ávido de vender su mercancia publicitariamente, se ha convertido en la manzana de la discordia de la que todos quieren morder. Pero como en el mito bíblico el fruto está vedado, más aún en esta nueva versión del paraíso, la situación es peor porque hasta la entrada en él está prohibida. Sólo unos pocos que disponen de dinero en abundancia para comprar pueden entrar en él.
Muchos lo intentan en vano, como se pone de manifiesto en las pateras que llegan del sur y son devueltas a sus puntos de origen, si los ocupantes no han muerto antes en el intento. Incluso algunos que ya están dentro y que han contribuido o están contribuyendo con su trabajo al desarrollo del país viven amenazados
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Señores que impiden el Estado de Bienestar:
La sangría económica de nuestro país no es exclusiva de políticos …
Conoce a algunos de los muchos listos de este país que dejan chicos a los demás
(1)– Manuel Escribano, ex-director general de Caja Segovia.
Se pre-jubiló con una pensión pactada de 6 millones euros.
(2)– José Luis Méndez, ex-director general de Caixa Galicia.
Ha recibido una pensión de entre 15 y 20 millones euros.
(3)– Lucas Hernández, ex-director general de Caja Duero.
Ha recibido una indemnización de 1,3 millones euros.
(4)– Francisco Fernández, ex-vicepresidente de Caja España. Ha cobrado 500.000 euros, como trabajador en excedencia de la entidad y un largo etc…