
A raíz de las detenciones, el diputado general de Guipúzcoa, el bildutarra Martín Garitano, ha acusado a PP y PSE – en el más genuino estilo nacional socialista – de serenemigos del pueblo. Este individuo (y su partido) burlaron a la justicia con la complacencia, precisamente, de populares y socialistas. Aunque nunca hubo dudas sobre la naturaleza de los Bildu, EH Bildu, Sortu o Amaiur, quizás esta vuelta a la más desnuda retórica batasuna sirva a algunos para abrir los ojos. España no está mucho mejor que Grecia: nuestras instituciones se tambalean, nuestra economía naufraga y también nosotros tenemos a nuestro Amanecer Dorado infiltrado en la democracia.
En Cataluña, otro terrorista convicto, Arnaldo Otegi, intervendrá por escrito en el parlamento autonómico para asesorar sobre el folclórico "derecho a decidir". Quien defiende todavía hoy la conculcación de los derechos humanos más elementales, quien trata de imponer a la sociedad un proyecto totalitario contrario a cualquier libre decisión, va a pontificar sobre el "derecho a decidir". Es la muestra más acabada de lo que significa esa expresión: nada.
Otegi intervendrá gracias al apoyo de CiU y PSC. Es asombroso cómo el partido conservador de la burguesía catalana puede llegar a pactar con el mismísimo diablo por ganar un metro en su disparatado camino secesionista. El PNV, otro partido nacionalista conservador, quiere a los amigos de ETA en las instituciones y a la Guardia Civil fuera del País Vasco. Pero quizás lo que más repugne sea que el PSC se preste a colaborar cuando los cómplices de Otegi están señalando con el dedo como enemigos del pueblo a sus compañeros de Euskadi. Claro, que si al presidente del PSE (y miembro de la Ejecutiva Nacional del PSOE) no le importa que le coloquen la estrella de David, por qué le iba a importar a Pere Navarro.
Mientras tanto, el PP acusa a Rubalcaba de favorecer la independencia de Cataluña, yDolores de Cospedal asegura que el suyo es "el único partido nacional". Si se ha llegado a este punto es por la dejación del Gobierno, del anterior y del actual. El PP es, como el PSOE, una coalición de intereses regionales, que en el País Vasco ha acogido ya a Bildu y al resto de comandos políticos de ETA como legítimos participantes en el juego democrático. En Cataluña, Sánchez-Camacho se ha puesto de perfil mientras ha podido y ha reclamado un trato fiscal diferente para su comunidad. ¿Partido nacional? Si lo hubiera sido ni ETA estaría hoy presente en las instituciones ni la ofensiva secesionista habría llegado tan lejos como lo ha hecho.