La renta y el patrimonio del PRESIDENTE
- El presidente del Ejecutivo publica su renta, pero solo desde que dejó el Gobierno de Aznar
- El jefe del Ejecutivo pasó de cobrar 240.000 euros en la oposición a unos 75.000 en el Gobierno
- Los datos no aclaran nada sobre los supuestos pagos de los papeles de Bárcenas
- Consulta aquí los datos fiscales ofrecidos por el Gobierno
Carlos E. Cué Madrid (Publicado en El País, aquí)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el
pasado 2 de febrero, cuando se comprometió a publicar su renta, en un discurso
televisado a la cúpula del PP. / ULY MARTÍN
El presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, ha decidido finalmente hacer públicas sus retribuciones y un resumen
detallado de su declaración de la renta, pero solo desde 2003, el año en el que
abandonó el Gobierno de José María Aznar, para hacerse cargo del PP, primero
como secretario general y candidato a las elecciones y después como presidente,
ya en 2004. Fuentes de La Moncloa señalan que el presidente ha hecho públicos 10
años de su renta, que es el doble de lo que habitualmente se analiza en una
inspección fiscal, y consideran que en algún año había que cortar. Además,
recuerdan que sí está incluida parte de la etapa de Rajoy en el Ejecutivo de
Aznar, porque está el año 2003.
En los datos entregados, se puede comprobar la enorme diferencia que
hay entre un líder del PP cuando está en la oposición o cuando llega al
Gobierno. Rajoy estuvo en el Gobierno como vicepresidente hasta septiembre de
2003. Ese año cobró 120.000 euros, que si se le quita el sueldo del PP en esos
últimos meses del año, 40.000 euros, se queda en 80.000. Sin embargo, desde que
dejó el Ejecutivo, en los años 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011,
el entonces líder de la oposición tenía unos ingresos totales que rondaban los
240.000 euros, que según él mismo aseguró en 2008 correspondían a unos 8.000
euros mensuales, 3.000 del Congreso y otros 5.000 del partido. Por tanto, Rajoy
pasó de cobrar 240.000 euros en la oposición a unos 75.000 euros como presidente
en 2012. Esta diferencia entre el Gobierno y la oposición se debe a que está
completamente prohibido que los políticos cobren un plus de su partido cuando
están en el Ejecutivo. Sin embargo en la oposición, no. Y Rajoy cobraba ese
dinero todos los años en la oposición hasta alcanzar los 240.000 euros.
Por eso sería también relevante conocer las declaraciones de Rajoy antes de
2003. Si el presidente hubiera declarado cualquier cobro adicional al de
ministro o secretario de Estado, sería regular para Hacienda, pero ilegal según
la ley del Gobierno de entonces. Estos datos aportados por Rajoy no aclaran
nada, como se esperaba, sobre los supuestos pagos al entonces vicesecretario del
PP a partir de 1999 que figuran en los papeles de Luis Bárcenas, el extesorero del PP. Bárcenas
apuntó pagos a Rajoy desde 1999 de unos 25.000 euros al año. Rajoy ha negado
tajantemente que él haya recibido o entregado nunca dinero negro, aunque el PP
no quiere ni siquiera entrar a analizar los papeles y las partidas allí
registradas que sí se han comprobado como reales, ya que han sido confirmadas
por los que recibieron esas cantidades. La mayoría de ellos han admitido que las
recibieron en metálico.
Según la Ley del Gobierno vigente en esa época, algo que se mantiene y
endurece en la actual, el sueldo de ministro, vicepresidente o presidente, los cargos que ha ocupado
hasta ahora Rajoy, es incompatible prácticamente con todo. De manera que no
era legal cobrar el
sueldo del Gobierno y además un plus del partido. En el PP, es lo normal
cuando están en la oposición –sueldo del Congreso y sueldo o sobresueldo del
partido, muy superior incluso en el caso de la cúpula a lo que recibían como
diputados-. Sin embargo, en el Gobierno eso no es legal. Por eso tanto Rajoy
como la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que
cobraban los sueldos más altos del PP cuando estaban en la oposición, aseguran
que han dejado de cobrar del partido en cuanto han llegado a los cargos de
presidente del Gobierno y de Castilla-La Mancha, respectivamente.
Tres sueldos en 2004 y 2005 y subida espectacular en plena crisis
El presidente cobró en algún momento hasta tres sueldos distintos hasta
alcanzar esos 240.000 euros de media en los años de la oposición. Fue en 2004,
cuando Rajoy ya había dejado el Gobierno, pero seguía cobrando 62.000 euros
anuales en concepto de la pensión de exministro. Además, recibía los 38.000
euros que le correspondían como diputado por Madrid y 136.000 euros del PP para
llegar hasta esos 240.000 euros, mucho más dinero del que recibía y declaraba
cuando estaba en el Gobierno.
En 2005, Rajoy solo tenía derecho a cobrar unos meses esa pensión de
exministro –dejó el Gobierno en septiembre de 2003 y solo tiene derecho a dos
años-, pero parece que agotó esa posibilidad. Cobró 48.000 euros en concepto de
pensión y de nuevo 39.000 como diputado. El PP, entonces, le subió el sueldo
para compensarle aparentemente por esa pérdida al agotarse su indemnización de
exministro, de forma que ese año le dio 144.000 euros, hasta llegar a una suma
total de 230.000, ligeramente inferior a la de 2004.
En el ejercicio 2010 no coincide lo declarado como pagos
del PP al Congreso (98.000 euros) y lo expuesto a Hacienda (181.000)
En 2006, de nuevo, el PP le subió el sueldo, aunque no tanto como para
compensar la pérdida de la pensión de exministro, por lo que bajó el total
ingresado hasta los 187.000.
En 2007, año en el que la crisis empezaba a notarse, la subida del sueldo del
PP es aún más espectacular, hasta alcanzar los 157.000 euros, que sumados a lo
que el presidente recibe del Congreso llegan a 200.000 euros.
En el año 2008, ya en plena crisis y cuando Rajoy y otros ya hablaban en sus
discursos de la necesidad de moderar los salarios, de nuevo hubo un aumento
espectacular del sueldo del PP, de 157.000 a casi 186.000. El sueldo del
Congreso aumenta ligeramente y la suma se queda en 229.000. Es precisamente este
año, 2008, en el que aparentemente, según los papeles de Bárcenas, concluirían
los supuestos pagos a Rajoy y otros dirigentes del PP de unos 25.000 euros netos
anuales. El aumento de sueldo oficial de Rajoy ese año es de 29.000 euros
brutos.
En 2009, ya en plena crisis y después de perder sus segundas elecciones,
Rajoy recibe un nuevo aumento fuerte del sueldo del PP, de 186.000 a 196.000. En
ese año la necesidad de contener los sueldos era uno de los ejes de su discurso
y el de la patronal. Ese año Rajoy cobró en total 240.000 euros.
En 2010, por primera vez, Rajoy se baja el sueldo en el PP. Pasa de 196.000 a
181.000. También baja el sueldo del Congreso, ya que así lo decidió ese año el
PSOE con apoyo del PP. De manera que el sueldo final bruto pasa de 240.000 a
222.000.
Sin embargo en 2011, de nuevo ya con la crisis en su apogeo, Rajoy se vuelve
a subir el sueldo del PP, de 181.000 a 200.000. Baja el del Congreso de nuevo,
pero al final el presidente vuelve a rozar esos 240.000 euros de 2009. En ese
año 2011 hay un dato distinto a los demás. Además de su sueldo, ese año Rajoy
declaró a Hacienda otros 163.000 euros en concepto de “rendimiento de
actividades económicas”. Al margen de sus valores en acciones y demás
posesiones, Rajoy ese año publicó un libro de memorias con la editorial
Planeta.
Desfase entre lo declarado a Hacienda y al Congreso
En los datos entregados por Rajoy, hay uno que destaca especialmente: el gran
desfase que existe entre lo que él asegura haber percibido en 2010 como sueldo
del PP, 181.000 euros, y lo que declaró al Congreso haber percibido por ese
concepto, 98.225 euros. Es el único año en el que se puede hacer esta
comparación porque es el único que figura en la web del Congreso de todos los
diputados, ya que solo es obligatorio desde 2011 y aún no se ha registrado ese
último año ni mucho menos el de 2012. Un portavoz del presidente ha justificado
este desfase en que la cantidad registrada en el Congreso es en neto y la de
Hacienda, en bruto.
El Gobierno y el PP quiere dar mucha importancia política a este hecho
inédito en la política española, aunque habitual en otros países, que consiste
en que el presidente dé a conocer sus datos fiscales. Es un debate habitual en
muchos países. La propia precampaña de EE
UU estuvo dominada por la exigencia a Mitt Romney, candidato republicano, de
que hiciera públicos esos datos ya que se sospechaba, como se confirmó, que
había pagado una cantidad mínima de impuestos al tratarse de un empresario
multimillonario que utilizaba ingeniería fiscal para pagar menos impuestos en
sus empresas. Romney publicó datos parciales para demostrar que pagaba alrededor
de un 14% de impuestos, una cifra muy inferior a la del ciudadano medio de EE UU
y a las del propio Barack Obama.
Hasta que Rajoy ha decidido hacer público sus bienes solo había el sistema
pactado con el PP. Empezó el Gobierno de Zapatero, que dio a conocer todos los
ingresos y bienes de los ministros, y siguió el Congreso.
Esa cantidad que figuraba en la Cámara como recibida por Rajoy, de 100.000
euros, se registra en concepto de "dietas y gastos de representación”. En
realidad, es un truco. Se trata de un sueldo puro y duro, el que pagaba el PP a Rajoy
cuando era líder de la oposición, que se sumaba a su salario normal de
diputado, de manera que el presidente ingresaba unos 8.000 euros al mes hasta
que llegó a La Moncloa, según comunicó el PP. El truco consiste en llamar
“gastos de representación” a lo que es un sueldo. Se hace así porque si no
podría ser incompatible jurídicamente con el sueldo del Congreso, donde se exige
dedicación exclusiva, o al menos habría que pedir permiso. Sin embargo, según el PP, aunque se le llame gastos de
representación, estos ingresos cotizan en el IRPF como un sueldo normal –los
gastos de representación y las dietas suelen estar exentos porque se supone que
es dinero que uno justifica como gastado-. Esto es, solo se hace para esquivar
posibles problemas en el Congreso. Un truco que prueba la particular y
relativamente opaca fórmula con la que se gestionan hasta ahora los sueldos y
pluses de los partidos. De hecho con el resumen de contabilidad que ha hecho
público el PP no se puede saber ni cuánto se paga a sus dirigentes, ni cuántos
empleados tiene, ni cómo se gasta realmente el dinero, a pesar de que, según han
reconocido los populares, en un 95% sus ingresos derivan de subvenciones
públicas.
Después del primer impacto tras la publicación de los papeles de Bárcenas en
EL PAÍS, el presidente debatió mucho con su entorno más cercano cómo hacer
frente al escándalo. La idea de publicar todas las declaraciones de la renta,
aunque en realidad no tengan relación directa con los papeles de Bárcenas –sí la tendrían la contabilidad detallada
del PP durante esos años, que los populares se niegan a hacer pública- estuvo
desde el primer momento encima de la mesa.
En un principio, Rajoy desapareció de la escena pública durante 48 horas,
dejó que fuera Dolores de Cospedal la que atendiera a la prensa y se quemara, y
finalmente compareció pero a través de una pantalla de televisión, sin que los
periodistas pudieran preguntarle. Todavía no ha contestado a ninguna pregunta en
España, y ni siquiera ha habido sesiones de control en el Congreso desde que se
publicaron los papeles. Eso sí, se ha visto obligado a contestar varias
preguntas en Berlín y en Bruselas, donde no podía evitar atender a la prensa.
Allí se ha mostrado esquivo e incluso cansado del asunto, y ha evitado en todo
momento criticar a Bárcenas, como le reclama una parte del PP. Varios dirigentes
sí lo han hecho, algunos incluso han pedido perdón por tener a un defraudador
masivo al frente de sus finanzas, pero Rajoy no ha dicho una mala palabra sobre Bárcenas, ni de
momento ha dado la orden al PP de querellarse contra él. Nunca, en estos cuatro
años desde que estalló el caso Gürtel, se ha escuchado de Rajoy una mala
palabra de su extesorero, al que el PP cuidó durante mucho tiempo, incluso
después de que dimitiera, pagándole el abogado, dejándole usar su antiguo coche
oficial, permitiendo que su antigua secretaria siguiera trabajando para él desde
la calle de Génova o dejándole acudir a la sede a menudo, donde tenía además una
sala especial, la Andalucía, reservada para sus documentos.
Ahora el PP sí parece alejarse de Bárcenas, en especial su
secretaria general, María Dolores de Cospedal, pero Rajoy sigue sin criticar
ni siquiera lo que ya está comprobado y reconocido por el propio extesorero,
esto es que tenía una cuenta en Suiza que llegó a contar con 22 millones de
euros. Muchos en el PP temen a Bárcenas, y el propio Rajoy tuvo que desmentir en
2009 que su extesorero le estuviera chantajeando: “Si he demostrado algo en mi
vida política es que no me muevo por chantajes. A mí Luis Bárcenas no me ha
chantajeado”, dijo en julio de 2009 en Málaga, en una de las pocas ocasiones en
las que pronunció en público este nombre que trae de cabeza al PP hace cuatro
años.