Rosa Díez, Portavoz de UPyD (Publicado en UPyD, aquí)
- El número total de parados suma 3.544.095 personas .
- El mejor dato en este mes desde 2004, pero menos de la mitad que en junio .
La Seguridad Social ganó 45.568 cotizantes en julio (0,25%), situando el número de afiliados medios en 18.143.554 ocupados al finalizar el mes. Sin embargo, la afiliación cae un 6,39% interanual. Es decir, España ha destruido 1.238.669 de empleos en el último año.
Una vez más, queda probado que hay que leer varios periódicos, escuchar varias emisoras, ver varios informativos para acercarse ligeramente a la verdad de las noticias. Todo lo dicho es relativamente cierto; pero sólo si contextualizamos los datos llegaremos a evaluar correctamente la situación actual. España sigue estando a la cabeza del paro registrado en Europa (el 18,1%) según la encuesta de la EPA, la única homologada a nivel europeo, la única que muestra con total precisión cual es nuestra realidad. Los datos del INEM, sin negar que sean ciertos, apuntan una realidad parcial. El paro en España, el de verdad, supera los cuatro millones de personas, según las cifras oficiales de la Unión Europea, que tuvo que corregir, para nuestra vergüenza, las que le remitió el Gobierno: del 17,9% al 18,1%. O sea,que nos han pillado haciendo trampas.
España sufre una crisis económica, una crisis social y una crisis política. La última de las tres apuntadas es la más grave, porque es la que explica las otras dos. Y la que imposibilita que nos enfrentemos correctamente la la crisis económica, financiera y de empleo. Mientras el Gobierno siga haciéndonos trampas en el solitario; mientras sigan maquillando la propia realidad; mientras se niegue a enfrentarse al drama humano que representa una modelo económico que destruye empleo, que precariza acrecentadamente el existente, que no genera valor añadido a nuestras empresas, que baja el ratio de empresas tecnológicas, que expulsa del sistema educativo a uno de cada tres jóvenes… apaga y vámonos.
Mientras tanto, mientras se deteriora nuestra situación, el Gobierno vende el país al nacionalismo catalán encabezado por el otrora socialista Montilla. Mientras todos los organismos –nacionales e internacionales, públicos y privados–, alertan de que España será el país que tardará más en recuperar su economía, nuestro Gobierno hace publicidad barata contra la "maligna clase empresarial" rompiendo las conversaciones para el pacto social y apuntándose a la demagocia. Parece haber decidido aplicar la estrategia de la ruptura y del enfrentamiento también en el sistema productivo: empresarios contra trabajadores.
Llegará pronto el otoño; el que todos auguran como un momento dramático para nuestra economía. ¿Cómo nos preparamos para ese momento? ¿Modificando nuestras políticas? ¿Buscando acuerdos? ¿Impulsando medidas (no ocurrencias) ? No: el Gobierno se prepara esparciendo altas dosis de cloroformo. Y rompiendo el país –otra vez más– entre buenos y malos. Una vez más, la propaganda sustituye al gobierno. Una vez más, la demoscopia frente a la política. Mientras tanto, en más de un millón de hogares españoles todos sus miembros se preguntan si se habrán vuelto locos. Porque su nevera y su cartilla de la Caja de Ahorros desmiente a cada momento la propaganda del Gobierno. Todos ellos están en paro… ¿O estarán soñando?