Joaquín Vila (Publicado en El Imparcial, aquí)
Una vez más, Rosa Díez ha demostrado que es la más lista de la clase política española. O, al menos, es la única que se ha involucrado en el drama de Aminatu Haidar. La presidenta de UPyD se presentó el pasado jueves en el aeropuerto de Lanzarote para conocer y apoyar a la tenaz mujer saharaui que lleva casi un mes en huelga de hambre, casi un mes tirada en un hangar.
Y hoy, Rosa Díez ya está en el Aaiún para entregar una carta en la que Haidar ha escrito a sus hijos: “Os quiero infinitamente y os echo mucho de menos”. La activista saharaui ha elegido a la diputada española para que entregue personalmente ese mensaje de amor y de “libertad y justicia” a Hayat y Mohamed, de 15 y 13 años, que esperan angustiados que Marruecos y España dejen en paz a su madre antes de que se muera. Y allí está Rosa Díez, en el Aaiún, mientras que Zapatero y Rajoy nadie sabe por dónde andan.
Zapatero al principio quiso zafarse del caso Haidar y al final ha protagonizado uno de sus mayores ridículos internacionales. Marruecos, que ya sabe el chollo que es negociar con él, se ha burlado a conciencia y sigue sin ceder un milímetro. La muerte de Haidar en España sería una victoria política para Mohamed VI y un escarmiento hacia el pueblo saharaui.
El presidente español, al menos, ya se ha dado cuenta de la envergadura de la crisis diplomática e internacional que ha montado él solito. Pero todavía no sabe por qué entró Haidar ilegalmente en España, de quién fue la culpa y si es legal alimentarla a la fuerza para salvar su vida. Sería contradictorio en un ultradefensor de la eutanasia. Pero la muerte de Haidar en suelo español sería, para él, un fracaso político.
Zapatero, en fin, y el Gobierno en pleno se enfrentan a una crisis humana y política y todavía no saben cómo resolverla. Rajoy, en cambio, ya ha declarado que se trata de un asunto que debe gestionar el Ejecutivo. Que él no quiere problemas.
Y, mientras Zapatero y Mohamed VI juegan su macabra partida de pócker, Rosa Diez ya está en el Aaiún, nombrada personalmente por Haidar observadora y protectora de sus hijos ante el peligro de que el Gobierno de Marruecos pueda acosarlos. Al menos una representante del pueblo español se preocupa por la vida de esa mujer. De momento, ya ha hecho más por ella que el Gobierno en pleno.
Rosa Díez, quizás porque es mujer, ya es la más lista de la clase política española. Y si liderara el PSOE o el PP se jubilaba en La Moncloa.