Creo, señores, que ha llegado el momento de citar a Lord Chesterfield, el refinado estadista y hombre de letras británico que vivió a caballo de los siglos XVII y XVIII, para referir a su obra “Cartas” a su hijo, en la que dejó reseñado el siguiente pensamiento: “El de la mentira es el único arte de la gente de escasa capacidad y el solo refugio de los espíritus mezquinos”. Y si hago esta referencia es debido a que creo que ha llegado el momento en que dejemos de creer en hechos milagrosos, que renunciemos a esperar sacar agua de donde no mana y que aceptemos la dura y evidente realidad de que España está gobernada por un señor que ya hace tiempo que debiera de haber sido apeado de su puesto y enviado a nuestras antípodas, para que dejara de hacer daño a nuestra nación y a sus ciudadanos. Si existe una fecha para fijar el inicio de una etapa dramática; turbulenta; desconcertante; evidentemente dañina y negra para la nación española y sus habitantes, ha sido, sin duda, aquella en que el señor Rodríguez Zapatero se hizo cargo de la gobernación del país.
He intentado hallar una justificación para los artífices de semejante bellaquería, pero, por mucho que me he esforzado, si prescindimos del afán de revanchismo de algunos; el interés en sacar tajada del cambio o el sectarismo e ignorancia de otros muchos, es imposible comprender que hubiera alguien, de buena fe, que pudiera esperar algo positivo de aquellos socialistas que, durante toda la parte de nuestra Historia en la que los han participado, se ocuparon en crear problemas y revoluciones, sin conseguir nada positivo para los españoles. A cambio, sí se han distinguido por ser los culpables directos de hechos execrables, que no sólo se produjeron contra de las derechas, sino que, incluso, se perpetraron en perjuicio de la legalidad, como sucedió en la revolución de Octubre de 1934, cuando se levantaron en armas contra la II República.
Los motivos que se han ido acumulando a lo largo de los dos mandatos sucesivos del señor Rodríguez Zapatero, son suficientemente esclarecedores de cuales han sido sus constantes políticas y de los medios arteros de los que se ha valido para mantenerse en el poder y tener a los españoles engañados para que no supieran la verdad de lo que se nos avecinaba. Una crisis, que tanto Zapatero como su Ejecutivo han sido incapaces de prever, de aceptar y de hacerle frente; con la agravante de que, para más INRI, no han querido aceptar los remedios, opiniones y consejos que desde la oposición y fuera de España, se les han ido sugiriendo; obcecándose en persistir en sus errores sólo para no darle ninguna baza a quienes, según su torticera manera de pensar, podían constituir un peligro para su permanencia al frente del gobierno español. Así que, me voy a permitir enumerar una serie de razones por las que pienso que ZP se debiera marchar ya de su puesto, para evitar que, de continuar en él, acabe con lo poco que ya queda de aquella nación floreciente que recibió del señor Aznar.
Y es que, es imposible que podamos seguir confiando en un partido que:
• Nos dijo que la crisis no afectaría a España y, cuando llegó, nos dijo que estábamos blindados contra ella, acabando por tener que reconocer que la estamos padeciendo y, por desgracia, con efectos más letales que el resto de naciones.
• Con sus errores, ha conseguido que los bancos sigan ganando dinero gracias a sus ayudas millonarias y, por el contrario, su política social se haya concretado en una bolsa de casi 5.000.000 de parados.
• El sector público nos haya endeudado a los españoles en 258.106 millones de euros en apenas cuatro años de crisis. Por ello ya no puede seguir presumiendo de que tenemos margen para endeudarnos más ya que, con el 60`1% del PIB estamos sobrepasando el límite del Pacto de Estabilidad de la UE. ( hemos pasado del PIB 36`1% en el 2007 al 60’1 en el 2010).
• Ha usado un distinto rasero según que sea la corrupción se atribuya a la oposición (caso Gürtel del PP) o se trate de la propia; cuando están intentando encubrir, por todos los medios, casos tan patentemente reprobables como el famoso Faisán o, el más evidente, de malversación de caudales públicos, como el recientemente descubierto, conocido como “el MercaSevilla” que se ha convertido en la trama más escandalosa de amiguismo, corrupción, dilapidación del dinero público y en el que parece que han intervenido importantes cargos del PSOE. Una serie de ERE’s fraudulentos que, cada día, parece que van surgiendo más y que parece que, el señor Cháves, el vicepresidente, se empeña en negar por el expeditivo método de el “y tú más”. Eso sí, exasperado y fuera de sí.
• Se han promulgado leyes absurdas, inmorales y atentatorias a la vida humana, como ha sido la, tristemente famosa, Ley del Aborto de la señora Bibiana Aldo; o la de los matrimonios gay o, leyes que limitan los derechos de los españoles como la ley antitabaco o las pretendidas leyes igualitarias con las que se pretende privilegiar a las mujeres sobre los hombres.
• El vergonzoso comportamiento en el tema del Estatut de Catalunya, en el que, por motivos de apoyo electoral, se cedió a todas las exigencias de los separatistas catalanes, como luego se ha demostrado con la anulación de 15 artículos y la revisión d otros 27 por el TC. Y, lo más vergonzoso, es que nadie se ha ocupado de que la sentencia del alto tribunal se ejecute, permitiendo que en Catalunya el Gobern siga desafiando a España y reclamando la consabida independencia.
• La actitud dubitativa y, evidentemente oscurantista, del Ejecutivo respecto a las negociaciones con ETA y la amenaza de que, a pesar de las taxativas declaraciones del señor Rubalcaba, se acabe por legalizar a SORTU como parece que reclaman socialistas de la talla de Patxi López o del señor Iriguren, que se ha permitido llamar a Zapatero, cobarde. Algo que conlleva un desprecio por las víctimas del terrorismo de la banda abertzale.
• Las cesiones y las interpretaciones torticeras, de una inconstitucionalidad manifiesta, de las que se viene valiendo el Ejecutivo socialista para no enemistarse con los catalanes en el tema de la enseñanza del español, en las escuelas y, esto, a pesar de que el Tribunal Supremo dejó claro el derecho de unos padres que recurrieron ante él, a que sus hijos reciban la enseñanza en castellano.
• El despilfarro en el gasto público por parte del Gobierno y de las autonomías que parece que no hay nadie capaz de controlarlo y, sin embargo, se bajan los salarios a los funcionarios y se congelan las pensiones aún teniendo en cuenta que, en este año 2011, el IPC ya lleva un alza acumulada del 3’6%, lo que significa que las clases pasivas, los desempleados etc. que ya perciben emolumentos bajos, van a tener que estrecharse más el cinturón cuando los sueldos de los políticos no se merman, al contrario, se han preocupado en asegurarse una sustanciosa jubilación con solo 8 años de cotización.
La lista sería interminable pero, señores, basta para sacar una evidente conclusión: ¡urge librarnos de ellos! O esto es lo que opino yo.
Miguel Massanet Bosch