“No quiera Dios que en rimas insolentes/de mi pesar al mundo le dé indicios, / imitando a esos genios impudentes/ que alzan la voz para cantar sus vicios”
El gran poeta, Abelardo López de Ayala, gran dramaturgo del siglo XIX, en su Epístola a Emilio Arrieta nos deja estos endecasílabos, para deleite y provecho de aquellos que gusten sacar enseñanza de sus sabias palabras. Pero me niego a dejar de transcribir, de la misma epístola, otros versos que vienen como anillo al dedo al comentario que hoy pensamos hacer: “No hay causa ni razón que me convenza de que es genio la falta de vergüenza”. Y es que, señores, si quisiéramos encontrar el paradigma del auto bombo, la complacencia en si mismo y el egocentrismo ampuloso y descocado; lo hemos encontrado en el discurso que, el señor Rodríguez Zapatero, les encajó a sus simpatizantes en el cónclave de la Conferencia política del PSOE.
Sin duda las floristerías debieron hacer su agosto si tenemos en cuenta al reparto de flores que se lanzaron los unos a los otros, para intentar hacer ver a un público entregado que la gestión del gobierno del PSOE durante los más de siete años de estancia en el poder; ha sido poco menos que “modélica”, “insuperable” y, por si fuera poco, la única posible para “evitar una situación muy grave en España”, ¿qué entenderá nuestro presidente en funciones por “una situación muy grave para España?, porque si la situación en la que nos han colocado los socialistas no la consideran muy grave, sería bueno que nos explicase ¿qué es lo que el entiende como muy grave?, ¿acaso el Armagedón o puede que el impacto de un meteorito gigante?, porque los españoles de a pie, tenemos la impresión de que: un país donde se aumentan los precios de los servicios, los combustibles, las hipotecas y se congelan los salarios, cuando no se recortan; nos seguimos endeudando y pagamos, sólo de intereses de la deuda, cerca de 30.000 millones de euros al año, sin que se reduzca el desempleo y aumente la actividad industrial; no es precisamente un país que vaya viento en popa.
Si no fuera porque ya conocemos toda la parafernalia y espectáculos de cara a la galería que son capaces de organizar los señores del PSOE; su innata capacidad para tergiversar la verdad; su gran solidaridad a la hora de luchar para conservar sus abultados sueldos, sus prebendas y chanchullos y, en definitiva, su privilegiado estatus de ricos (pero de ideas socialistas); nos sería muy difícil entender que, después de dos legislaturas, en las que han podido demostrar, con creces, su incapacidad para gobernar y su facilidad para destruir aquello que habían hecho bien sus antecesores en el gobierno; cuando han conseguido dejar al país hecho unos zorros, todavía tengan la temeridad, la osadía y la desvergüenza de decir que, “gracias a sus decisiones”, no nos encontramos peor de lo que estamos. Sin duda, es el mayor ejercicio de cinismo que se pueda dar en un partido político. Pero, cuando uno puede leer que nuestro ZP, en uno de los excesos verbales que a veces se permite firmar –sin tener en cuenta que los españoles tenemos memoria y somos capaces de juzgar los hechos, no como quieren que nos los creamos, sino tal y como acontecieron – sin el menor rubor, con su habitual expresión de convencimiento, que “la mejor manera de “honrar” a las víctimas ( se refiere a las del terrorismo) es decirles: “Hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance para acabar con ETA”
Lo malo es que, salvo el grupo “Asociación 11M” encabezado por la socialista señora Pilar Manjón, –afiliada al sindicato CC.OO, que siempre se ha caracterizado por pedir la “apolitización” del atentado pero que, a la vez, ha sido la que más se ha empeñado en politizarlo, cargando contra el señor Aznar y el PP, en una de las muestras más patentes de su sectarismo e izquierdismo a ultranza –; tanto la ANV como el resto de asociaciones de víctimas del terrorismo, nunca han estado de acuerdo con la forma tendenciosa y, evidentemente, poco respetuosa con ellas, que ha tenido el gobierno socialista del señor ZP. Es obvio que, en todas las ocasiones en las que ha tenido oportunidad de negociar con ETA o de concederles trato especial a sus terroristas internados en la cárcel, no ha tenido en cuenta, para nada, la opinión ni las quejas que dichas asociaciones le han hecho llegar, tanto mediante quejas por escrito como en las varias ocasiones que han salido a la calle para reclamar que se tuvieran en cuenta sus sentimientos y sus peticiones de justicia.
Pero, donde ya ha rizado el rizo el señor Zapatero, ha sido cuando se ha enternecido deshaciéndose en alabanzas hacia el candidato, señor Rubalcaba, como si lo hubiera descubierto él y fuera una nueva promesa del PSOE, a la que había que jalear para darla a conocer a la audiencia. Como si estuviera hablando de un hijo ha dicho de él: “Tenemos un gran candidato” y ha añadido: “Alfredo se explica muy bien porque tiene las ideas claras; Alfredo hace muchas cosas porque es un trabajador infatigable y eficaz. No he visto a nadie trabajar como él” y lanzado a la vorágine verbal, concluye “Es el típico capitán de un buen equipo de fútbol… porque siempre pide la pelota, siempre da la cara. Siempre está disponible para todo”. Quién diría que, sólo hace un mes, lo dejó colgado de la brocha cuando decidió, de acuerdo con Rajoy, cambiar la Constitución sin comunicárselo hasta que todo estuvo cocido. Pero ya sabemos, ZP es muy suyo y, seguramente, no supo entender el hecho de que, el señor Rubalcaba, su amigo, hubiera dicho en público que “el líder del PSOE era él”
Sin embargo, observen ustedes la sutileza que es muy probable que haya pasado desapercibida por la gente. El candidato no puede evitar, cuando habla en los mítines ante sus audiencias socialistas, delatar su egocentrismo. Siempre dice lo que él va a hacer, lo que él tiene pensado y lo que él ha decidido hacer con los españoles, especialmente, a los que él considera ricos que, por supuesto, no son los millonarios de la izquierda, sino “los explotadores” de la derecha a los que piensa exprimir para que, con su dinero, darles trabajo a los parados. Una idea muy curiosa que, naturalmente, no ha llevado a cabo con el señor Botín, durante los dos mandatos del PSOE y que, al parecer, no ha meditado convenientemente porque, a diferencia de las propuestas de Rajoy, que ofrece incentivar a emprendedores, favorecer a las empresas para que creen puestos de trabajo y flexibilizar el mercado laboral para que sean rentables; en el caso de don Alfredo, parece que intenta la proeza de quitarles el dinero a los que crean puestos de trabajo, los ricos, para, desde el Estado ( este Estado que han dejado esquilmado y arruinado), volver a establecer la ruinosa, ineficaz, poco competitiva y la más eficaz creadora de vagos y abúlicos, economía del Estado. Es decir volver al INI de la época del general Franco.
Pero, como decía este dinosaurio de la política, llamado Felipe González, –que conviene recordar tuvo que dejar el gobierno por la corrupción que se destapó entre sus componentes y por su desprecio al Estado de Derecho con aquel desagradable y poco edificante caso de los GAL –; se trata de “movilizarse inmediatamente y pasar a la ofensiva de cara al 20N”. Lo que no dice nuestro dilecto y, pasado de peso, señor Gonzáles es ¿con qué clase de “armamento” cuentan para ello?, porque, si todo el arsenal se reduce a pretender financiar la Seguridad Social con los aumentos de los impuestos del alcohol y el tabaco, ¡apaga y vámonos! O así es, señores, como lo veo yo.
Miguel Massanet Bosch